Esta ciudad medieval a orillas del río Mandeo esconde muchísimos secretos y un patrimonio artístico increíble. Cualquier fin de semana, en fiestas, o en unas vacaciones, no dejes de perderte por esta localidad a solo 30 km de A Coruña y echar mano de esta Guía turística de Betanzos para descubrir qué ver y hacer en «la ciudad de los caballeros».
Hasta 5 Bienes de Interés Cultural declarados podemos encontrar en esta capital de la comarca de As Mariñas: el convento de San Francisco, la iglesia de Santa María do Azougue, el conjunto histórico de la antigua ciudad, las murallas medievales y el Parque Temático de O Pasatempo.
Y es que Betanzos fue una de las siete capitales del reino antiguo de Galicia, junto con A Coruña, Pontevedra, Santiago, Mondoñedo, Lugo y Ourense. Recibió el título de villa y posteriormente, con la firma de Enrique IV, el de ciudad, allá por el siglo XV.
Si queréis recorrer este lugar os recomendamos seguir esta Guía turística de Betanzos, partiendo, por ejemplo, de su centro social e histórico como es la Plaza García Hermanos, presidida por su estatua. Y si es vuestra primera vez por aquí, igual no sabéis que estos personajes fueron grandes benefactores de la ciudad. Tras su paso por América lograron hacer fortuna y construyeron diferentes infraestructuras, como O Pasatempo, un jardín enciclopédico de finales del siglo XIX, las Escuelas Públicas, el Lavadero, el Refugio, el sanatorio de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados y donaciones para otras obras públicas.
Si volvemos la vista a donde mira la estatua de los dos hermanos, podríamos ver O Pasatempo, a las afueras de Betanzos, y más en primer plano el edificio del Liceo, del siglo XVIII, que fue construido para albergar el Archivo de la Real Audiencia. Por ello, y aunque nunca llegó a tener este uso, se considera el mayor símbolo en pie del antiguo reino de Galicia. En el siglo XIX se usó como Liceo Recreativo de Artesanos, de ahí su denominación. En Navidad suele poner en marcha un belén en movimiento con efectos de luz y sonido.
A la derecha del Liceo y hoy sede del Juzgado. Fue fundado en el siglo XVII por Antonio Sánchez de Taybo. En su interior, encontramos un claustro que acogía el apostolado de Rubens que hoy podemos admirar en el Museo das Mariñas. Funcionó hasta finales del siglo XX y acogió la Cocina Económica, entre otras actividades.
En el extremo de la plaza vemos otra fachada, con balcón de hierro y en dos alturas, de estilo neoclásico. Fue construido a finales del siglo XVIII y tiene su precendente en el antiguo hospital de la Anunciata, que atendía a niñas desfavorecidas, y que posteriormente fue Escuela Pública y biblioteca. Hoy es un centro social.
Justo enfrente, vemos una construcción que acoge el antiguo convento de Santo Domingo, un edificio renacentista y barroco levantado entre los siglos XVI a XVIII. En primer lugar la iglesia, subiendo la escalinata, con su torre barroca, desde donde cada año se lanza el tradicional globo gigante de papel por las fiestas de San Roque, declaradas de interés turístico. En su interior podemos ver retablos y sarcófagos, así como las tres capillas barrocas de la Soledad, las Ánimas y del Rosario.
El edificio anexo está ocupado en buena parte por el Museo de la Comarca de As Mariñas, de carácter histórico y etnográfico. Como fundación religiosa fue impulsado por Antonio González de Sosa y acogió a diferentes frailes dominicos desde 1558. A lo largo de su historia acogió estudios de Filosofía y Cátedra de Teología. Con la desamortización perdió su uso como convento y hoy se encuentran en su planta baja el museo, la biblioteca, el archivo de la ciudad y la oficina de información juvenil, además del Teatro Alfonsetti, abierto en el siglo XIX y que fue cine durante unos cien años.
Una de las singularidades de la ciudad de Betanzos es que se conservan parte de sus murallas medievales y hasta tres puertas, lo que la convierte en la que conserva más accesos medievales. Cuatro puertas y un postigo, documentadas desde los siglos XIII-XIV, reconstruidas por los Reyes Católicos en el siglo XV.
Tomando de nuevo de referencia la estatua de los Hermanos García Naveira, caminamos hacia la fuente de Diana Cazadora, del siglo XIX. Cruzamos por el semáforo hacia el Palco de la Música, de González Villar y estilo posmodernista, desde el que se dio el primer discurso público completo en gallego. Y nos acercamos así a la zona peatonal, entrando virtualmente en el antiguo recinto de las murallas por la Porta da Vila.
Es el acceso a la zona peatonal, y aunque esta puerta de la muralla, la más importante, del siglo XVI, fue derribada en 1872, podemos ver un panel a cada lado de la calle hablándonos de su historia y de cómo eran las murallas de la ciudad.
En esta imagen hemos situado las puertas con sus nombres, de ellas solamente quedan en pie la de Ponte Nova, Porta do Cristo o Da Ribeira, y la de Ponte Vella. Encontraréis referencia a la Porta do Hórreo si tomáis a la izquierda la Rúa Nova.
A la derecha en cambio, podemos asomarnos a ver la Farmacia Couceiro, considerada la más antigua de Galicia, y que acoge una rebotica llena de objetos históricos celosamente conservados por la familia.
Si seguimos ascendiendo por la rúa Castro accedemos a la Plaza de la Constitución, donde en primer lugar, a nuestra izquierda, vemos el antiguo edificio modernista de la Banca Núñez, de 1923. Acoge el Centro de Interpretación de la Estampa, donde podemos ver cómo se realizan artes plásticas y gráficas como xilografía, litografía, serigrafía y calcografía.
Además, atesora una colección de arte contemporáneo que incluye obras de Picasso, Maruja Mallo o Luis Seoane, además de Jesús Núñez. En su planta baja hay una cafetería con terraza a la calle, y el acceso a la fundación, cuyo edificio por dentro es también digno de verse, se hace entrando hasta el final de la galería.
Un poco más arriba vemos otros tres o cuatro tesoros de la ciudad. En primer lugar, la torre del reloj y Pazo de Bendaña, del siglo XVI y XV, respectivamente. La torre es de planta octogonal y está integrada en la iglesia de Santiago. Y el pazo correspondía a la familia Bendaña, cuenta con arcos ojivales, y está blasonado.
En segundo lugar, y de frente, vemos la sede del concello de Betanzos. Se trata de un edificio del siglo XVIII sobre un proyecto del arquitecto Ventura Rodríguez, personaje de relevancia entre el barroco y el neoclasicismo español. Se asienta sobre el antiguo Castro de Untia, que vio asentarse en su entorno a la ciudad a partir de la etapa medieval.
A la izquierda y, como decíamos, adosada a la torre del reloj, está la iglesia parroquial de Santiago, levantada entre los siglos XIV y XV sobre un templo románico previo. Tiene planta basilical, portada inspirada en el pórtico de la gloria, y esconde sarcófagos y un retablo plateresco y reja atribuidos a Cornelius de Holanda, autor de diferentes retablos en la Catedral de Ourense y Lugo, así como en la Basílica de Santa María la Mayor de Pontevedra.
Y para cerrar esta Praza da Constitución en nuestra particular Guía turística de Betanzos, dedicamos unas líneas al Pazo de Lanzós, cuyo bajo hoy ocupa el café del mismo nombre, uno de los más frecuentados por la población local, semiescondido tras la iglesia de Santiago. Reformado en los siglos XVII y XVIII, presenta escudos de las familias que lo habitaron y una torre que ocupó un lugar de relevancia como atalaya de la ciudad.
Si bajamos por la rúa Roldán, pasamos ante el Pazo de los Condes de Taboada, terminado a principios del siglo XIX, con su escudo de armas sobre la puerta. A nuestra derecha tomamos la rúa Pescadería para aparecer en la Praza de Fernán Pérez de Andrade, conocido con el sobrenombre de «O Boo».
Al paso del Camino Inglés a Santiago, encontramos en su entorno el mercado de abastos, así como el albergue de peregrinos. Ya en la plaza, otro de los locales de hostelería con tradición en la ciudad, y dos joyas declaradas BIC más, la iglesia de Santa María do Azougue y la de San Francisco, ambas del siglo XIV y formando un bello conjunto con cruceiro incluido.
Todo este entramado de calles del Betanzos medieval conserva su estructura, algunas casas góticas, casas con galerías y corredor de madera, con soportales y numerosos rincones de interés, como el dedicado a las antiguas selleras o aguadoras. También son interesantes las casas de Fonte da Unta, a la derecha subiendo al casco antiguo por Porta da Vila.
Junto al antiguo convento de San Francisco, volvemos a dar protagonismo en esta Guía turística de Betanzos, a los hermanos García Naveira, porque aquí tenemos una escuela infantil en un edificio de principios del siglo XX por ellos levantado. Fue proyectado por el arquitecto González Villar y se considera de estilo posmodernista ecléctico.
La puerta de Ponte Vella (Puente Viejo) es una de las más emblemáticas de la ciudad y da acceso a la entrada a la ciudad a través del Camino de Santiago, Camiño Inglés, que a su vez era vía de paso desde otros rincones de Galicia como Vilalba, Mondoñedo, Ribadeo y Oviedo, la capital asturiana.
Aquí se pagaba portazgo, un impuesto de paso, y si la atravesamos para salir vemos la bella estampa de las embarcaciones tradicionales de Os Caneiros, una romería popular que se celebra en agosto, y a la derecha el Convento de las Agustinas Recoletas, del siglo XVII. En este lugar estuvieron el antiguo hospital de San Bartolomeu, el de la Anunciata, y el de San Antonio de Padua, previamente a la construcción de la iglesia y las dependencias monacales que hoy vemos.
Si cruzamos el río Mandeo, nos adentramos en el barrio de A Ponte Vella, que asciende hasta el cementerio y el santuario de Os Remedios, Nuestra Señora del Camino, paso frecuente de peregrinos y uno de los lugares de más devoción popular, que celebra su romería el 8 de septiembre. El templo es renacentista, del siglo XVI, y algunas fuentes lo atribuyen a Juan de Herrera.
Otro de los Bienes de Interés Cultural de Betanzos y un parque enciclopédico que podemos encontrar a las afueras de la ciudad, bajando por las Angustias, y tomando en la curva la Avenida de Fraga Iribarne, según indican las señales.
Aunque está cerrado desde 2018 por restauración, desde fuera puede verse una panorámica del mismo si nos acercamos al parque del mismo nombre y nos subimos a la pasarela. Fue construido como recreo por los hermanos García Naveira, y es un recurso turístico absolutamente único, construido a finales del siglo XIX. Más info
Hay varias zonas habitualmente frecuentadas para tomar algo en Betanzos, donde la tradición manda tapear, tomar unos vinos o proba la tortilla de Betanzos, muy afamada y reconocida, y que tiene como característica el estar poco cuajada.
Si hablamos de enoturismo, encontramos en torno al río Mandeo laderas en las que tradicionalmente se cultiva viñedo, y una variedad típica que es el blanco lexítimo, Indicación Xeográfica Protexida como viño da terra de Betanzos.
Las zonas habituales de tapeo y chateo de esta ciudad son la plaza García Hermanos y sus calles adyacentes o cercanas, el Lanzós, la zona de la Ribeira, cerca de Ponte Vella, y el entorno de Santa María do Azougue.
Además, hay tradición de mercado semanal en la Plaza Hermanos García Naveira, de productores locales de huerta, que tiene lugar los martes, jueves y sábados. También los días 1 y 16 de cada mes, en horario de mañana, incluyendo también artesanía, calzado, productos de temporada, etc.
A nivel más turístico, se celebran con carácter de interés reconocido la Feria Franca Medieval, el segundo sábado de julio, las patronales de San Roque el 14 -25 de agosto (cuando se lanza el Globo de Betanzos) y la Semana Santa.
Hay varios parques y jardines, para pasear o con juegos infantiles, que podemos ver en la ciudad de Betanzos. El primero, más grande y chulo, sería el que está frente a los jardines de O Pasatempo. Lo primero que hay que decir es que este parque temático o enciclopédico es para visitar, no para subir a la montaña rusa, pues es un recurso patrimonial histórico. Eso sí, justo enfrente, tenemos un parque estupendo con estanque, laberinto vegetal, pista para patinar o andar en bici, patitos, zona biosaludable y un excelente espacio de juegos infantil.
También cerquita del río Mandeo, en la zona de Ponte Vella, encontramos una pasarela de madera desde la que podemos recorrer la ruta de los Molinos de Caraña. Aquí encontramos un parque infantil muy soleado, canchas deportivas y un tramito de paseo fluvial.
Otro espacio chulo para que se ventilen un poco los más peques, está junto al río Mendo, en la glorieta de entrada a la ciudad por la AC-542, junto al antiguo Convento de Donas. Y otro en la Plaza Alfonso IX, más pequeñito, también bajo la arboleda.
Y por último tenemos el parque Pablo Iglesias, un jardín histórico junto al Puerto de Betanzos, al lado del puente nuevo, sobre el río Mendo (Paseo Ramón Beade). Este no tiene columpios pero sí un bonito recorrido ajardinado muy sombreado y fresquito.
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