Escapada, naturaleza y cultura son los ingredientes preferidos por Escapalandia para una excursión con niños. Galicia y sus monasterios rurales son auténticas joyas que a lo largo de los últimos años hemos recorrido. Muchos de ellas permanecen en el olvido más allá de su municipio, lo cual les confiere el encanto de los sitios poco masificados. Este inicio de la primavera y las vacaciones son perfectos para montarse una escapada rural y de paso conocer algo de nuestra cultura. ¿Te animas?
Originalmente perteneciente a la orden del Císter, del siglo XII, como tantos otros solo que éste es quizá menos conocido. El conjunto monacal, del que apenas se conserva la iglesia y algunas partes de las dependencias, está declarado Bien de Interés Cultural.
Está en el sur de la provincia de Ourense, entre Ribadavia y A Cañiza. Muy cerca, el parque natural de O Xurés merece una visita para recorrer algunos de sus puntos míticos vinculados con la romanización de Galicia.
Es uno de mis favoritos pues está bastante solitario, siempre pendiente de restauración, y conserva varios claustros y dependencias que puedes recorrer si tienes la suerte de encontrarlo abierto.
La iglesia se visita abonando una pequeña cantidad, lo gestiona el concello y suele abrir los fines de semana. A los peques les sorprenderá ver la lareira o el fregadero de piedra de la cocina.
Está en pleno parque natural de las Fragas do Eume, un lugar de visita obligada del que ya hemos hablado aquí en otras ocasiones. La carretera está indicada desde Pontedeume.
Está en el entorno del Camino de Santiago Francés, en Palas de Rei, y fue monasterio aunque hoy solo podrás visitar la iglesia. Llaman la atención los herrajes de la puerta y las pinturas del interior, además del baldaquino de piedra exento.
La zona es preciosa para recorrer o hacer un tramo del Camino de Santiago. Está señalizado desde la nacional 547 y también hemos hablado anteriormente más en detalle aquí.
Un clásico, posiblemente el mosteiro más conocido de Galicia. También cisterciense, es perfecto para que los niños vean cómo se vivía en un antiguo monasterio y la importancia que este núcleo cultural y religioso tenía en su entorno.
Se puede visitar y tiene una pequeña tienda con productos típicos y suvenires. Hay un desvío señalizado desde la Autovía A6 cerca de Guitiriz. Más info
Hoy es un parador, pero conserva el esplendor que tuvo incluso cuando podías colarte y verlo en ruinas. Su bosque, las rutas del entorno y la historia que encierra un edificio como este donde alojarse y comer o incluso disfrutar el spa.
Conserva tres claustros preciosos que puedes visitar sin alojarte, merece la pena tomar algo en la cafetería o comer en su restaurante, bajo una bóveda de cañón tan alta que impresiona.
Está un poco alejado pero se accede bien desde la Nacional 120 entre Ourense y Monforte de Lemos, tomando un desvío señalizado hacia Luintra. Más info
Este convento tiene algo mágico, desde mi punto de vista, a pesar de no ser uno de los más famosos. Está en Cervás, se toma la carretera desde Ares y es del siglo XIV.
Conserva dos claustros y muchos de sus restos están en el Museo Arqueológico de A Coruña. Lo he visto cerrado y en restauración, ya que anteriormente fue de propiedad militar y recientemente ha albergado una escuela taller. Cerca puedes ver las antiguas baterías militares sobre la ría de Ferrol-Ares de Punta Segaño.
Otro punto muy conocido y visitado en las Rías Baixas, y muy vivo pues alberga una hospedería, un museo y es uno de los principales atractivos turísticos de su provincia.
Para ir con niños es una buena opción porque tiene un horario bastante amplio, la entrada es económica y puedes ver la biblioteca y también exposiciones. El entorno es muy bonito y rural y se estima que fue fundado en el siglo VII pero no está documentado hasta el siglo X.
Un antiguo monasterio del que solo se puede visitar la iglesia, lamentablemente, pues el resto está en restauración. Es recomendable ir un sábado por la tarde, pues encontraréis la iglesia abierta y podréis ver la puesta de sol.
Este monasterio está a solo 15 kilómetros de Baiona y A Guarda, por la carretera de la costa, y a pie de mar. Fue también cisterciense y se empezó a construir en el siglo XII; fue declarado monumento nacional en 1931.
También funciona como albergue al pie del camino de Santiago a su paso por la localidad de Sarria, donde está señalizado en la parte alta del pueblo.
Se puede ver llamando a la puerta, y es de estilo románico en su origen, con elementos posteriores góticos y la fachada de la iglesia plateresca. El empedrado del claustro es llamativo y al estar en uso conserva un aire monacal. En Sarria también puedes visitar el paseo junto al río donde hay un parque infantil y cafeterías para tomar algo.
En el maravilloso marco de As Fragas do Eume, como Monfero, y es estupendo para subir con niños aunque algo incómodo para carritos por el empedrado del tramo final.
Se toma la carretera señalizada en Pontedeume, y se aparca al final de la carretera, esto solo puedes hacerlo fuera de la temporada de verano, ya que en épocas de mayor afluencia se corta al tráfico y se accede en autobús. Desde este aparcamiento hasta el monasterio hay que cruzar el puente y es una buena subida pero de no más de unos diez minutos.
Es monumento histórico artístico desde el año 75. Está reconstruido y se puede visitar todo: lo que queda de la pequeña iglesia, la casa de los canónigos y las cocinas, incluyendo un sótano. Todo el entorno es increíble, pues está en pleno cañón del Eume, en un lugar bastante inaccesible. Allí hay una cantina que no siempre está abierta, y la bajada al río también es interesante.
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