A Mariña Lucense está preciosa en esta época del año. Así que nos hemos decidido a hacer una escapada a Viveiro con niños. No todo el mundo sabe que esta población de más de quince mil habitantes conserva aún partes de su casco antiguo amurallado, concretamente tres puertas de la antigua muralla.
Además de su encanto medieval, y de su potencial turístico, que hace que en verano sea impracticable, es una estupenda ciudad para una jornada con niños. Tiene buenos parques infantiles y se recorre fácilmente caminando. Lo cierto es que toda esta costa tiene mucho que visitar como ya hemos visto en el post sobre el pueblo marinero de O Barqueiro, nuestro secreto número 4.
A Viveiro se accede por la Autovía A8 y tomando el desvío por la carretera de la costa a la altura de Barreiros, o bien por la antigua carretera de As Pontes. Aunque están construyendo una vía rápida que facilitará algo las comunicaciones por carretera en esta zona.
Lo primero que llama la atención es el largo puente de la Misericordia, del siglo XV. Comunica las dos partes del núcleo urbano, Covas y Celeiro, respecto del casco antiguo. Y acaba en la puerta de Carlos V, una construcción del siglo XVI, alzada sobre otra anterior como homenaje a este monarca. Entrar a Viveiro por ella es toda una experiencia, y comenzar a callejear por sus rúas medievales y plazas es una auténtica delicia.
En nuestra escapada a Viveiro con niños veremos una localidad que tiene mucha vida. Comercios y locales de hostelería se entremezclan, acogidos en edificios con encanto y de raigambre histórica. Aún perviven antiguas denominaciones de las calles como Zapatería, Herrería, Carnicería… atendiendo a la antigua organización gremial. Y sorprenden rincones como la Plaza Mayor, la Placiña da Herba o la Plaza da Fontenova.
Los monumentos más importantes de la ciudad, están fundamentalmente en torno al perímetro de la antigua muralla. Junto a la plaza de abastos vemos los restos de la misma, marcados en el suelo.
La puerta de Carlos V es el principal emblema de la población, pero también otros puntos como el convento de San Francisco y su iglesia gótica, la iglesia románica y plaza de Sta. María do Campo, el convento de las Concepcionistas y la gruta de Lourdes, a Calexa das Monxas, la Casa dos Leóns, la plaza Maior con la estatua de Nicomedes Pastor Díaz, o la plaza da Fonte Nova.
Pero si no queréis perderos nada y vais con el tiempo justo, os recomendamos una visita guiada con La Guiateca. En una hora nos asomaremos a los principales iconos turísticos de la ciudad.
El coste para visitas privadas es de 15 € / persona (los menores de 12 años no pagan), consultadnos si sois grupo, o para ver disponibilidad escribiendo a laguiateca.escapalandia@gmail.com
Pero si hay algo delicioso en Viveiro es el paseo marítimo, que rodea el casco antiguo, sigue hasta el puente de la Avenida de Ferrol y vuelve al punto inicial. Es un recorrido estupendo para hacer con peques que ya caminen un poco y además tiene el aliciente del parque infantil que encontrarás en mitad de la ruta, con camión, columpios, casitas, columpios, toboganes y multitud de estructuras para que los niños lo pasen pipa.
En Viveiro hay buenos hoteles y bares de tapeo, tanto en la zona de Covas, donde además está el Parque Pernas Peón, con zona infantil y estanque, como en el casco antiguo. En los alrededores tienes mucho que visitar, con rutas de gran interés y muy salvajes como Souto da Retorta (donde está el famoso eucalipto de Chavín), Pozo da Ferida o las cuevas y grutas como la de los encantos o Juan Bello.
Si os animáis con la ruta litoral del puente hacia afuera os recomendamos una visita al Parque Etnográfico de A Ínsua, y conocer la apasionante historia de las minas de A Silvarrosa.
Además, no dejéis de asomaros al Monte de San Roque, una de las atalayas de la ciudad, con ermita y leyenda vinculada a su patrón, que se apareció a un enfermo y libró la ciudad de la peste, según cuenta la tradición. En este espacio, a unos 350 metros de altitud, encontramos merendero, parque infantil, mirador sobre la ría y entorno, dos restaurantes, un parque de aventuras y un refugio de animales.
Y otra de las opciones de escapada cercana es la ruta de Fuciño do Porco, ya en el concello de O Vicedo. Esta senda se popularizó hace algunos años y ofrece una gran vista en la entrada de la ría, y también los diferentes puntos del serpenteante sendero que nos da acceso al mirador sobre el acantilado.
