Una pequeña ruta perfecta para hacer con peques y con toda la magia de la Ribeira Sacra. Y es que estas fervenzas do Cachón en A Teixeira se pueden ver haciendo una pequeña senda a unos 300 metros de la carretera OU-0607.
Siguiendo la ruta por el cañón del Sil, desde la orilla ourensana, entre Castro Caldelas y Parada de Sil, encontramos estas cascadas en el río Vaos antes de su desembocadura en río Edo, afluente del Sil. Inmersas entre zonas de bosque autóctono y viñedos de la Denominación de Origen Ribeira Sacra, subzona Ribeiras do Sil.
Este lado de la Ribeira Sacra del Sil es un entramado de carreteras de montaña con un sinfín de curvas y bellísimas perspectivas del este cañón. Lo cierto es que llegar aquí, aunque son pocos kilómetros, siempre requiere tiempo.
Las formas más efectivas de llegar son, desde Monforte de Lemos, cruzando rl Sil por la carretera LU/OU 903, por el embarcadero de Ponte do Sil. O bien desde Ourense por la OU-536. El pueblo de A Teixeira, y su ayuntamiento, están a unos 2,5 km de la ruta a la cascada.
Como explicar la ubicación del panel de inicio de la ruta es algo complicado, os daremos las coordenadas GPS de donde podéis dejar el coche, en un pequeño arcén de la carretera y, cruzando la misma, arrancar el ascenso hacia las fervenzas de A Teixeira.
Coordenadas GPS: 42°23’05.4″N 7°27’45.1″W
El camino asciende por el bosque a la sombra de especies de árboles autóctonos y con tramos algo pedregosos, incluso teniendo que sortear ramas caídas o algunas rocas.
Se puede hacer fácilmente, pues la distancia es corta aunque tiene pendiente, con niños desde los 3-4 años que caminen bien y estén habituados a las rutas. Como siempre os decimos, llevad agua y calzado adecuado, pues aunque aquí no hay pérdida posible, siempre podemos sufrir algún contratiempo.
Una vez cerca de la fervenza, cuando ya se escucha, se puede ir por la derecha o por la izquierda. Nosotros tomamos el camino de la izquierda y llegamos a la base de la cascada.
Las fotos no hace mucha justicia al estar tomadas en verano, pero al haber poca agua pudimos prácticamente situarnos en la base de la cascada, cosa que en época de lluvias no es tan fácil y además puede estar más resbaladizo.
El espectáculo de este río despeñándose entre rocas y ramas es de gran belleza, con los claroscuros del denso bosque. La ruta es corta, apenas puedes tardar unos 7-10 minutos en llegar hasta la cascada.
Según cuentan Carlos Rueda y Francisco Albo en La Voz de Galicia, hay otra vertiente hacia abajo de la carretera, donde se pueden ver molinos y el puente de Lumeares.