Una de las cascadas con mini-ruta que puedes ver en este concello es precisamente la de Santa Leocadia, en Mazaricos, con niños. El trayecto es muy corto y no demasiado ascendente. Este punto es el lugar de los mil nombres porque lo he visto como Fervenza de Chacín, cascada del río Nosiño, Paraje de Santa Locaia o Dehesa de Chacín, entre otros.
Es una cascada preciosa, aunque nosotros la vimos en época de sequía y por las fotos que hemos podido ver en internet cambia bastante. Cuando lo visitamos en su día lo encontramos bastante descuidado y lleno de basura. Realmente la gente que visita estos lugares de gran belleza natural debería ser consciente del daño que provoca tirando una lata de bebida o toallitas por aquí y por allá y dejándolo todo allí a su marcha.
Como en tantos otros rincones gallegos, la capilla aparece en lugares de romería y tradición festiva. No lejos, está la cascada o fervenza, de unos 6 metros de altura, que se estrella en una cuenca de piedras formando una estampa maravillosa. La distancia desde donde puedes dejar el coche hasta la propia cascada es de tan solo unos metros. Una vez en el entorno de la cascada, se puede bajar hasta el pie de la misma por las rocas o cruzar el río en temporada no muy caudalosa por las piedras.
Desde la iglesia de Santa Leocadia i San Blas, con su peculiar campanario de forja, y su construcción anexa que alberga algunas ofrendas como flores o velas. El lugar está en un claro donde hay espacio para aparcar en la carretera que va de Pino do Val a Outes, la DP-4502.
Si buscas un parque infantil aquí hemos hablado del de Pino do Val, en Mazaricos, y otros lugares del entorno como el puente romano de Brandomil, en el límite con el concello de Zas.
