Las tardes de invierno pueden ser eternas si los peques están malitos, o la lluvia nos impide corretear al aire libre. Por aquí no somos muy cocinillas pero la repostería es siempre un recurso, otro muy interesante sería pintar… en las paredes ¿te atreves? o la reinvención del yogur-oleo para estimular a los más pequeñitos…