Lo descubrimos casi por casualidad, un día de febrero pero muy soleado. Bicicletas, abrigos, casco y mucho ánimo de caminar, correr y pedalear. Una senda junto al mar, en la ría de Ferrol, y castillos, muchos castillos. Así empezó Escapalandia, con este pequeñísimo post porque entonces no teníamos tiempo ni de respirar con los dos…