Seguro que recordáis la historia de Manfred, el alemán que llegó a la localidad de Camelle, en la Costa da Morte, de visita y allí se quedó para siempre. Vivía como un ermitaño, solo vestido con un taparrabos y dedicando todo su tiempo a la creación artística. Esculturas en roca, moldeado de botellas de plástico recogidas…