Cuando los niños eran muy muy pequeños, este fue uno de los imprescindibles de nuestros fines de semana. No solo porque es un lugar fantástico para que se explayaran en sus motitos, triciclos o bicicletas, sino por el pinar, la amplia playa, el paseo, los chiringuitos o el parque infantil. Si accedéis a Pontedeume desde…