Muy cerca del punto más septentrional de la península ibérica, y al abrigo del mismo, está el Puerto de Bares. Esta pequeña parroquia del concello de Mañón conserva un espigón que algunos historiadores sitúan en el siglo VII a. de C., de origen fenicio, y otros en la etapa romana. En ambos casos se basan en objetos encontrados en la zona como ánforas, monedas o incluso algunos mosaicos. Hoy nos damos un paseo por el Porto de Bares con niños y también por su entorno.
Sea cual sea su origen, este pueblo marinero se convirtió ya hace años en uno de nuestros más preciados secretos, de esos que vamos contando en el blog en algunas noches de lluvia. Una preciosa playa, un núcleo urbano que parece de juguete y unas puestas de sol que merece la pena acercarse a ver.
Nos encantó el parque infantil que encontrarás al final de la pasarela en la misma playa, en una zona recreativa en la que hay algunas mesas para comer. Detrás, las coloridas casas del pueblo se apelmazan y también la media docena de bares o restaurantes (o marisquerías) que encontrarás en el entorno.
Fuentes, mesas de merendero, pasarela de madera en torno a la playa y hasta una cancha deportiva. Tampoco podía faltar el parque biosaludable. No dejes de darte un paseo hasta la punta del espigón y volverte a contemplar la estampa de este pueblo, uno de los más bonitos de la costa Cantábrica.
Pero esta península alberga aún unas cuantas sorpresas. Una antigua base americana yace olvidada junto al mar y completamente vandalizada. No hace mucho, algo más de dos décadas, fue un punto de Long Range Navigation, de donde toma el acrónimo de LORAN. No es un caso único pues había otra en Cataluña y en Gales o Francia. Funcionó desde los años 60 como apoyo para la navegación aérea americana en el entorno del Atlántico Norte.
No muy lejos de las ruinas de esta singular estación está el observatorio ornitológico de Estaca de Bares, recientemente habilitado y un punto único para ver aves migratorias en el que además se puede pernoctar previa solicitud al área de Conservación de Naturaleza de A Coruña.
Otro punto de interés es el Faro de Estaca de Bares, de mediados del siglo XIX. Impresiona verlo iluminar la noche en el entorno o al atarceder, cuando muchos visitantes acuden hasta la misma punta para admirar los acantilados y el mar en este punto excepcional. Desde el aparcamiento hay algo menos de un kilómetro por una senda y posteriormente sobre las rocas.
También existe en el entorno un antiguo semáforo, que fue punto de observación militar y centro meteorológico, convertido en hotel y cuyo entorno o la cafetería podemos también visitar. Otras construcciones singulares del entorno son los Muiños do Cantil y O Facho de Maeda, un mirador.
Para llegar a esta península debemos tomar desde O Barqueiro la AC-100, en dirección a Porto de Bares. O Barqueiro está bien comunicado a través de la AC-862 o LU-862 con Ortigueira y O Vicedo-Viveiro, respectivamente. Al llegar a Bares debemos seguir la carretera del Puerto hasta la misma playa. Hay señalizaciones en el entorno para el faro, el observatorio ornitológico y también para el hotel.
Esta zona de la provincia de A Coruña es un concello limítrofe con O Vicedo, ya en A Mariña Lucense (Lugo). Te hemos contado más excursiones por el entorno como El banco de Loiba y su entorno, Fuciño do Porco en plan talaso o la Escapada a Viveiro con niños.