Uno de los rincones que nos ha cautivado en las últimas semanas ha sido la ciudad de Toulouse. Centro neurálgico de Occitania y de la antigua región del Languedoc. A nosotros esta excursión nos inspiraba canales, monumentos, y un buen número de museos. Un rincón apasionante sede de parques temáticos como la Cité de l’ espace o la industria de la aeronáutica como la fábrica de Airbus. Hoy te contamos varios lugares que puedes recorrer con la experiencia de nuestra Escapada a Toulouse con niños.
La cuarta ciudad de Francia es un enclave moderno y tranquilo. Un casco antiguo de raíces medievales y en el que se están reconstruyendo y rehabilitando edificios y peatonalizando calles. El río Garona y el Pont Neuf, el más antiguo de Toulouse (s.XVI) es una de las estampas más típicas. Pero también su particular skyline, con ese predominio cromático que caracteriza a la ciudad rosa y sus edificios de ladrillo.
Un rincón muy recomendable junto al río Garona donde confluye la vida y el ocio de familias y jóvenes. A los pies de la Escuela de Bellas Artes, en La Daurade, donde en el siglo XIX arribaban barcas y gabarras que traían mercancías de todo tipo desde los Pirineos y hasta el océano Atlántico. Perfecto para comer, pasear, descansar, socializar o jugar. También para aprender algo de historia del lugar gracias a los paneles ubicados en la rampa de bajada.
Y es que precisamente en el corazón de esta plaza encontramos un parque infantil inspirado en una antigua embarcación, donde los peques pueden ser piratas, grumetes, vigías o lo que más les apetezca. Junto al parque infantil hay un pequeño café donde sirven snacks y algún menú básico. También puedes hacer un pícnic en las zonas verdes junto al río.
El nombre de esta plaza se debe a la basilica ubicada en las inmediaciones, Notre-Dame de la Daurade, que además de poseer una de las peculiares tallas de virgen negra localizadas en la cuenca del Mediterráneo contaba con mosaicos cubiertos de oro.
Una de las visitas obligadas si vas a Toulouse con niños es el Museo de Historia Natural. La tierra como planeta activo, donde puedes vivir la experiencia simulada de un terremoto; la vida a través del tiempo, donde los peques reconocerán fósiles y esqueletos de diferentes especies, o las necesidades propias de los seres vivos como alimentarse, comunicarse, reproducirse, protegerse, etc.
Pero sin duda la estrella es el módulo inspirado en la serie televisiva La Panda de la Selva donde los peques enseguida reconocieron a sus personajes favoritos y se lo pasaron pipa con las pruebas que hay que ir completando. La visita se completa con los Jardines del Museo donde descubrir la naturaleza en su estado puro y también los huertos del mundo.
Este museo abre de martes a domingo de 10-18 horas. Los jardines solo están accesibles al público en la temporada de primavera-verano. El coste de la entrada es de 7 euros la general, los niños de 6 a 17 años pagan 5 euros y los más pequeños gratuito.
Era una de las visitas más recomendadas y no nos defraudó. Esta construcción, llevada a cabo del siglo XIII al XIV, sorprende por la altura de su bóveda y la estructura de los once brazos conocida como La Palmera. El edificio albergó a las tropas de Napoleón que la llenaron de tierra para elevar su suelo. Durante varios siglos fue el lugar de reposo de los restos mortales de Santo Tomás de Aquino.
La visita a esta iglesia es gratuita, pero hay una parte de pago en la que puedes ver el claustro y otras salas anexas. El horario es de 10 a 18 horas. En el mes de septiembre, el festival internacional Piano aux Jacobins es una buena oportunidad para los amantes del arte y la música.