Si también os gustan los fines de semana intensos y tranquilos os proponemos una escapada a Ponte de Lima con niños para los próximos meses. Un patrimonio histórico increíble, estampas de postal junto al río Lima y buenos parques o espacios verdes para pasear después de probar su gastronomía y o hacer compras en su mercado quincenal.
Una localidad pequeña y fácil de caminar, con todos los atractivos para acoger al visitante. Ubicada a tan solo 45 minutos de Vigo y un par de horas de A Coruña, Ponte de Lima es muy conocida por su Festival Internacional de Jardines, pero además cuenta con un museo del juguete que encantará recorrer a peques y mayores.
Fue la reina D. Teresa quien, allá por el siglo XII, le otorgó el fuero de villa, propiciando así su carácter estratégico y su espíritu acogedor y comercial. Con el devenir de los siglos, Ponte de Lima se amuralló y se dotó de nueve torres que abrazaban su burgo medieval.
Se considera la villa más antigua de Portugal y conserva la tradición de mercadillos cada quince días, feira quinzenal, en donde encontramos alimentos, herramientas, productos agrícolas, y diferentes productos, además de ser un día bullicioso y lleno de visitantes de todo el entorno.
El conjunto del puente romano – gótico y la estampa de la ciudad, son un paseo perfecto que podéis recorrer con calma, descubriendo cada rincón, acercándoos a pie hasta alguno de los jardines o museos de la villa.
Lo primero que os sorprenderá si recorréis el entorno de Ponte de Lima con niños es la legión de romanos que se sitúan en una orilla, y a su comandante, Decius Junius Brutus, en la otra margen del río. En una placa junto a su estatua podemos leer que este romano fue designado para la conquista de esta zona de Hispania Ulterior donde sometió a los lusitanos atravesando cursos fluviales como este.
Cuenta la leyenda que al cruzar el río Lethes se perdía la memoria para siempre. Y este monumento a orillas del río Lima recoge de la mitología esta historia, afirmando que el propio Brutus cruzó el río y desde el otro lado, fue llamando a sus soldados uno a uno por sus nombres, para demostrarles la falsedad de esta creencia.
Leyenda o historia, lo cierto es que el río Lima ya era conocido por los antiguos y vertebró la vida de una villa confiriéndole carácter propio, incluso hasta nuestros días. Actividades náuticas y comerciales, turismo y ocio estival, o estampa pintoresca, este curso de agua está rodeado de naturaleza y jardines.
Como tantos puentes con tradición desde la antigüedad, este tiene una parte romana, la más lejana a la villa y, más o menos a partir de la iglesia de Santo António da Torre Velha. Según nos han contado en la ciudad, en este punto aproximadamente, estaba la torre en donde se cobraba portazgo para acceder al recinto amurallado antiguamente.
La parte romana fue erigida en tiempos del emperador romano Augusto, y en el siglo XIV, debido a la desviación del curso del río, se completó el puente hasta donde lo vemos hoy. Por él pasan los peregrinos que transitan por el Camino de Santiago en una estampa bastante habitual, pues hay albergue al otro lado del puente.
El casco histórico está lleno de sorpresas. Desde los restos de la antigua muralla a las dos torres que quedan en pie.
La Torre da Cadeia es una de ellas y fue cárcel desde el siglo XVI, en ella estaban las mujeres. Hoy se puede visitar puesto que ocupa la oficina de turismo, donde os darán material y toda clase de información.
La Torre de São Paulo, al igual que la anterior, en torno al Paseo 25 de Abril, está también documentada desde el siglo XIV y declarada bien de interés público.
Booking.comEl edificio de la Cámara Municipal, la estatua de D. Teresa, la Fuente del Largo de Camões, que fue trasladada piedra a pieda a principios de siglo, o la calle más antigua de la localidad.
Rincones como estos son los que podemos ir situando en nuestro paseo por la villa, bajo guirnaldas que adornan algunas calles principales, y fotografiando las fachadas góticas, manieristas, barrocas, neoclásicas o del siglo XIX que fueron cambiando su fisonomía.
De noche, un paseo tranquilo junto al río es una auténtica delicia, teniendo como telón de fondo las iluminadas casas que dan a la ribera. A lo largo de la misma, vemos monumentos como la alegoría a estas «feiras», el monumento al peregrino, o la estatua dedicada a la «Vaca das Cordas», una fiesta popular típica de la localidad.
Desde 2005 se lleva a cabo esta celebración el último viernes de mayo y es una visita imprescindible si visitáis Ponte de Lima con niños. Se preparan 12 jardines temáticos y el público vota el que más le gusta. De este modo, el ganador queda expuesto un año más y el resto se trasladan a otras zonas de la villa u otros lugares de Portugal.
En la edición 2022 se tomó como leitmotiv la cuestión del cambio climático. Y se expusieron propuestas centradas en las abejas, el agua, el patrimonio hidráulico, la debastación natural, la polinización, las alteraciones climáticas, la sostenibilidad, el diálogo entre las religiones, la evolución de las especies vegetales y la unión o los espacios de amistad e intercambio.
Además del paseo, que es toda una experiencia, los más pequeños encontrarán un parque infantil al fondo del recinto, diferentes zonas de descanso y suelen realizarse actividades con fines educativos.
El espacio verde por excelencia en esta villa es la ecovía que recorre ambas márgenes del Lima por espacio de cerca de 70 km. A un lado, desde la Capilla de Nuestra Señora de la Guía hacia Vitorino das Donas, y a favor de corriente hacia Bertiados, pasando por el Club Náutico y el Festival Internacional de Jardines.
El Campo del Arnado acoge un parque temático en el que vemos elementos tradicionales como un horno cociendo pan, que además forma parte de actividades que realizan, y donde encontramos diferentes tipos de jardines como el del agua, el renacimiento, el romano, un laberinto y un parque infantil de lo más chulo.
Además, en este entorno podéis realizar actividades náuticas o de turismo activo, alquilando un kayak o bicicletas en el Club Náutico, o concertando un paseo en una embarcación tradicional, como las empleadas para transportar mercancía a través del río Lima.
Además del amor a los caballos, el talante festivo, y el mundo en torno al viñedo que inspira actividades como el «Lourear a Pevide» (o dedicar tiempo a relajarse sin preocupaciones), hay mucha afición al deporte, con celebraciones como el Vila Urban Trail.
Podéis consultar estas opciones en la oficina de turismo, así como cualquier otra actividad de enoturismo, gastronomía o ferias y eventos.
La feria quincenal, por ejemplo, se celebra en el incomparable marco de la Alameda, y en ella encontramos alimentos, puestos para degustar producto, y todo tipo de productos textiles o de lo más variado.
Otro de los puntos fuertes de Ponte de Lima con niños es realizar una visita al museo del juguete portugués. Un matiz importante porque el centro, ubicado al pie del puente romano, recoge la tradición juguetera de la industria portuguesa a lo largo de los últimos años.
Se abrió en 2012 y realiza un recorrido por todo tipo de juguetes, desde los de la infancia de nuestros padres o abuelos, muchas veces de madera o latón, hasta los más tradicionales o de materiales como plástico.
Rompecabezas y puzles, cocinitas y electrodomésticos a imitación de los primeros que salieron al mercado, vehículos, instrumentos bélicos, muñecos y muñecas de todo tipo o instrumentos musicales serán algunos de los juguetes que podéis ver en estanterías.
La estrella es la sala final, con grandes maquetas de ciudades con trenes en movimiento, como un conjunto del coleccionista Carlos Anjos, una maqueta única por ser la más antigua en funcionamiento de la península ibérica.
Ponte de Lima está considerada la capital del loureiro, una variedad de uva cultivada en la zona y empleada para la elaboración de vinos blancos muy aromáticos, así como el tinto vinhão. La Bodega Cooperativa de Ponte de Lima fue fundada en el 1959 y hoy cuenta con más de 2.000 asociados.
El centro de interpretación está instalado en la Casa Torreada dos Barbosa Aranha, en el centro de la villa, y en él podemos conocer cómo es el proceso de elaboración de este producto y degustarlo.
Si visitas Ponte de Lima con niños no dejéis de tomar nota de algunos restaurantes que os podemos recomendar donde encontraréis las principales especialidades locales.
El Arroz de Sarrabulho servido con Rojões, la lamprea o el Bacalao de Cebollada, son platos que encontrarás en restaurantes de la zona, así como un postre estrella, la Leite-Creme.
Algunos como el Best Of Portugal (Rua Senhor de Pias nº 1336) donde puedes comer viendo el entrenamiento con los caballos; el Petiscas (Largo da Alegria, 4990); y el Encanada o el Confrade en el Passeio 25 de Abril, son lugares muy recomendables. También es un valor seguro la Casa Terra, con un original auditorio para catas, con lámpara de chorizos incluida, en la segunda planta, y una agradable terraza.
En la villa existen diferentes alojamientos perfectos para familias. A nosotros nos encantó la propuesta de NHôme Country Living, que cuenta con diferentes bungalows equipados de lujo, cálidos y acogedores, con tumbonas y espacio exterior, y una pequeña cocina, habitual en muchos hoteles portugueses.
En el jardín hay una piscina infinita y un gran espacio verde, en torno a los viñedos, entre los que puedes además degustar un buen vino o picar algo. Las habitaciones familiares tienen una original cama para los más pequeños a la que se sube por una escalera.
También está genial y muy céntrico el Arc My Otel, al inicio del puente romano y frente al albergue, desde donde podrás ir paseando hasta el centro histórico de Ponte de Lima y disfrutar de una estancia en la que no tendrás que mover el coche. Nos encantó la atención, las habitaciones con vistas a la localidad, y el bufé de desayuno.
Roberto Ledo Garrido
octubre 25, 2022Fantástico post de Ponte de Lima, una villa encantadora y muy humana…Un oasis para el viaje en familia con variadas y atractivas actividades en un espacio reducido…Enorabuena Escapalandia por esta propuesta tan sugestiva a vuestros lectores.
Carmen Delia Díaz
octubre 26, 2022Gracias por comentar, Roberto. Un abrazo