El lunes 16 de marzo de 2020 se pararon todos los relojes. Se paró el país, se cerraron las aulas y todos hicimos un cursillo acelerado de teletrabajo. Y es que desde ese día se suspendieron las clases en gran parte del país, y con ellas todas las empresas de ocio infantil, actividades deportivas, cafés con zona para niños, servicios de canguro… todo recurso de apoyo a la conciliación. El motivo es de todos conocido: la pandemia del COVID-19.
Después de casi dos meses de incertidumbre y sobresaltos, de niños encerrados en casa y, posteriormente, de pasear por horas y con distancias tasadas, los padres y las empresas del sector del ocio y tiempo libre seguimos siendo invisibles para el gobierno. Ha abierto el comercio, los sectores de todo tipo, con todas las precauciones del mundo, pero la educación sigue paralizada.
Se dio una fecha para la vuelta a las aulas que no se ha cumplido. Y mientras los sindicatos, profesores y administración educativa se enzarzan en discusiones estériles, los padres seguimos sin poder trabajar y con los niños pasando el rato, sin ningún recurso para apoyar a la conciliación de la familia y con todas nuestras obligaciones laborales.
En Escapalandia.com hemos hablado estos días con diferentes empresarios del sector del ocio infantil y juvenil. Y esta expresión podría encajar bien con cómo se sienten, como el sector olvidado.
«De momento no se nos permite abrir, y la verdad es que creo que se han olvidado de los negocios como el mío, porque en ninguna de las fases aparecemos, con lo cual creemos que abriremos de lo último, pero todo son suposiciones nuestras». Así lo expresa Sandra López Rico, responsable de Chiquitren, una de las ludotecas que funcionaban antes del coronavirus en Ribadeo.
Raquel Amat, gerente de Escondite Teens en Vigo, coincide más o menos en la misma idea. «Hay un silencio que se extiende en todo lo que acompaña a la palabra niños. He lanzado consultas al concello, Xunta, Industria o sanidad, intentando que nos amplíen la escasa información que ha publicado Moncloa sobre la desescalada, o que al menos, aclaren dudas. En algunos casos me han contestado que no es de su competencia, en otros me han remitido a otros organismos o administraciones y en otros simplemente hacen referencia al texto que pido que me aclaren».
Lo cierto es que esta sensación la tenemos un poco toda la población. Nadie, y hablamos de nuestras autoridades, tenía claro cómo proceder para aclarárnoslo a los ciudadanos.
«Hay un silencio que se extiende a todo lo que acompaña a la palabra niños»
Raquel Amat / Escondite Teens (Vigo)
Desde Mundocio, Álex Fontán, también nos habla de incertidumbre. Y es que este empresario estaba a punto de inaugurar un gran local en Oleiros centrado en el público infantil y también para familias o empresas. «Hablo con otras entidades y todos tenemos claro que somos el sector que vamos a entrar en la última fase, a mediados de junio», nos comenta. Pero indica que el problema no es tanto cuándo sino en qué condiciones van a poder trabajar, porque este detalle se desconoce totalmente. «El gobierno no da unas directrices claras», prosigue Fontán, que afirma tener a título particular bastante claro cómo implementar estas medidas, cómo mantener desinfectada la instalación, porque indica que antes ya cuidaban muy especialmente el tema de la higiene.
En Ares, una localidad entre Ferrol y A Coruña, Mariana Barbera es la titular de Urbox Café, un negocio novedoso que combina ludoteca y cafetería. Con apenas un año y medio de actividad, Barbera, que también es madre de dos niños, vive esta incertidumbre. “Me preocupa la repercusión que este aislamiento pueda provocarles. Como empresaria esta situación es una pérdida inimaginable en todos los aspectos, y aparte la recuperación es muy incierta aún. Entre los parques de bolas de la zona estamos tratando de darle forma y buscar las medidas bajo las cuales sea factible brindar un servicio”.
Hablamos con ellos de la adaptación de los locales. En el caso de Raquel Amat ha sido también un trastorno importante este confinamiento porque acababa de hacer una inversión muy fuerte para abrir la empresa, hace solo unos meses, tenía muchas reservas y actividades ya programadas.
Más o menos en idéntica situación está La Casa Naranja, una ludoteca ya con trayectoria en la ciudad de A Coruña, pero con una nueva gestión reciente, de hecho cumplieron su primer aniversario en pleno confinamiento. «Estamos con una monitora en ERTE y pendientes de la situación, con mucha incertidumbre», nos cuenta Fátima González Pérez.
A la pregunta de si han cuantificado el coste de adaptar instalaciones a esta nueva situación, desde Escondite Teens nos comentan que «todo son cuentas de la vieja. Necesitamos aclaraciones por parte del gobierno sobre cuáles serán las medidas que nos afecten y estas pautas no pueden llegar el día antes de abrir. Hay que saber si podremos asumir esa «nueva normalidad en nuestras empresas».
«Creo que se han olvidado de los negocios como el mío, porque en ninguna de las fases aparecemos»
Sandra López Rico / Chiquitren (Ribadeo, Lugo)
La respuesta es similar desde Chiquitren, «No tenemos ningún proyecto de nada porque no sabemos nada, incertidumbre total». Alex Fontán nos recuerda que «ahora mismo es complicado pintar cómo va a ser la situación hasta que avancen los días y veamos qué es lo que ha pasado en otros países que ya han retomado la actividad escolar».
Además de las ludotecas, están las actividades y campamentos. La actividad de Mundocio en bodas y eventos tiene gran trayectoria, y esta parte del distanciamiento preocupa especialmente a su responsable. «No sabemos cómo van a ser los grupos de niños, ni si llevarán mascarilla o no, qué actividades podremos hacer». Fontán ve el futuro con optimismo a pesar de todo, cree que esto no deja de ser un virus que de momento causa mucha inseguridad, pero debería ser relativamente fácil perder el miedo e ir retomando todas las actividades con las precauciones necesarias.
Raquel Amat también se muestra optimista pero cree que esta situación supondrá un cambio social muy importante. «Cambiará hábitos de consumo, lo importante es que seamos capaces de seguir aportando a nuestros pequeños garantías de seguir creciendo sanos y socializando, para eso, el trato que se le dé a los centros de ocio es muy importante. Llevamos tiemo ocupándonos de esto y ahora somos los grandes olvidados».
Chiquitren tiene ya amplia trayectoria y con un servicio muy regular a lo largo del año, tanto ayudando a conciliar a muchos padres como en la organización de cumpleaños en fines de semana. Mirando al futuro, nos cuentan que «ese es un miedo que tenemos, el que nos permitan trabajar, pero con muchas restricciones -indica Sandra López Rico- no sé si nos merecería la pena porque los gastos fijos están ahí, y hay que cubrirlos…»
El tema de la distancia social trae de cabeza a todo el sector, como es lógico, y también desde La Casa Naranja aluden a él porque es francamente difícil de controlar, además de los gastos de adaptación de las instalaciones en caso de que les permitan abrir para los campamentos de verano.
Y es que este distanciamiento sigue siendo la clave del funcionamiento o no en esta nueva normalidad. Barbera tiene claro que no abrirá mientras no esté clara esta pauta, “decirle a un niño que no puede jugar con su amiguito, y que se mantenga en un espacio delimitado, para mí es más perjudicial que quedarse en casa”, indica.
Esta ludoteca de Ribadeo tiene a sus dos empleadas en un expediente de regulación temporal de empleo, y su responsable en cese de actividad. También tienen la vista puesta en el final de estas medidas porque, como nos indica López Rico «desde luego yo no puedo permitirme estar sin trabajar, a si que buscaría cualquier solución». Así responde a preguntas sobre si adaptaría su oferta para trabajar a domicilio o buscar la demanda donde la haya.
Y es que el sector del ocio va a ser uno de los más perjudicados de esta crisis, junto a hostelería y eventos en general, así lo cree Álex Fontán que expresa su deseo, «confiamos en que el gobierno extienda los ERTEs». Este empresario tenía bodas para toda la temporada, de abril a finales de año, «muchas se han trasladado para el año que viene y otras se han ido desplazando hacia octubre».
«El sector del ocio va a ser uno de los más perjudicados de esta crisis»
Álex Fontán / Mundocio (Culleredo, A Coruña)
Amat refiere sus problemas para acogerse a las ayudas porque supondría aceptar nuevas deudas y el futuro inmediato es la incertidumbre. Su previsión para este año era muy buena. «La falta de actividad en verano supone perder los campamentos, lo cual supondría el cierre definitivo». La profesional de Vigo relata que aunque se pueda abrir al finalizar la fase 3 con cierta normalidad, queda un gran trabajo por delante y más gastos para garantizar la seguridad de los niños en el local, el control de aforo, etc.
En Urbox también se han acogido a un ERTE y a cese de actividad. Pero, como negocio reciente, afirman que el retroceso es muy grande puesto que aún estaban dándose a conocer. La posibilidad de tener que invertir para adaptar el local a las nuevas pautas supone un problema añadido.
Muchas de estas empresas miran a septiembre, quizá el verano lo dan casi por perdido y está por ver, pasado el verano, si los padres podrán seguirse organizando para atender ellos mismos a los niños y trabajar al mismo tiempo.
Lo cierto es que la nueva normalidad pasa porque los niños vayan al colegio, según algunas ideas que ya se han ido dejando caer desde el gobierno, pero no todos ni todos los días. Esto pondría sobre la mesa el importante papel de las empresas de ocio.
Desde Escondite Teens tienen claro que tratarán de atender esta demanda, muchos padres ya les han ido consultado, siempre y cuando se establezca un protocolo y se garantice la seguridad de niños y trabajadores, además de que se pueda mantener económicamente la empresa.
López Rico también tiene la vista puesta en el curso escolar, porque cuando los padres retomen los trabajos presenciales su papel es importante para ayudarles a conciliar. En el centro atienden a pequeños por las mañanas y también desde la salida del cole de algunos de los niños.
«Se debería permitir la socialización porque la relación entre niños no la podemos truncar de una manera tan drástica»
Mariana Barbera / Urbox Café (Ares, A Coruña)
En Urbox creen que si el colegio empieza con tantas restricciones, sin poder jugar o ir al patio con los amigos, “desde la perspectiva de madre preferiría no mandarlo, al no estar en la edad obligatoria”. Barbera piensa que aunque haya que tomar todas las medidas se debería permitir la socialización porque «la relación entre niños no la podemos truncar de una manera tan drástica”. Desde el punto de vista empresarial el nuevo panorama supone la oportunidad de brindar un servicio ampliado, y expresa que “prefiero creer que para septiembre hayamos encontrado el equilibrio para reanudar la vida de la forma más normal que sea posible”.
Ambos términos están en boca de los responsables de muchos sectores, pero especialmente de este. Fontán habla desde la experiencia de muchos años en el sector, y de esperar a ver cuándo se podrá empezar a trabajar con seguridad y con todos los avales.
Por su parte Amat también alude a la paciencia, pero puntualizando que «nos hemos quedado en casa, hemos compartido todos los recursos que hemos podido para que todos los niños llevaran su confinamiento de la mejor manera posible pero ahora vamos a necesitar más que nunca a las familias y también que la administración nos tenga en cuenta».
Para Mariana Barbera “es un momento muy duro que entre autónomos y sectores debemos ayudarnos, en este momento no debe haber competencias, sino unión y apoyo, para salir adelante de la mejor manera.”
