Dicen que este lugar de Galicia marca la transición entre la Costa da Morte, con sus acantilados y bravas corrientes marinas, y las apacibles Rías Baixas. Hablamos del Monte Louro y la Laguna de Xalfas, un ecosistema conformado por paisaje dunar y una alta cumbre de granito con sus dos características jorobas, de más de 240 metros de altura. Nos hemos ido de excursión por este rincón del concello de Muros con playas paradisíacas y posiblemente desconocidas incluso para muchos gallegos. Os contamos lo se puede encontrar en un paseo por la zona de Louro, que en primavera se muestra especialmente interesante.
Si os gusta fotografiar flores, playas y dunas éste es vuestro rincón natural por excelencia en Galicia. En primavera u otoño tenéis la oportunidad de pasear por el entorno de Monte Louro, algo que en verano se complica por la afluencia de veraneantes en la playa. Uno o dos surfistas, un par de extranjeros en autocaravanas y silencio, mucho silencio, que permite escuchar el canto de los pájaros y los insectos voladores de flor en flor. Poco más encontraréis en esta zona de Louro, en el entorno de la Laguna de Xalfas en esta época de temperaturas que aún oscilan.
El punto de acceso más sencillo si vais en coche es por el desvío señalizado al Camping Ancoradoiro. Aquí hay una zona para aparcar y también un área recreativa donde podéis comer en las mesas de merendero con barbacoas con vistas al mar y bajo un bosque de pinos. Hay una carretera a mano izquierda que nos acerca hacia la playa de Area Maior o bien hasta la laguna.
La duna de Louro se formó a lo largo de muchos años cortando el paso al río Longarelo, y separando así este entorno del mar. Está declarado lugar de importancia comunitaria, conformando unas mil hectáreas que siguen por el vecino concello de Carnota hasta la Punta Coreños, en el entorno de la piscifactoría de Lira.
Garzas, espátulas, rascones o cercetas son algunas de las especies de aves que habitan este entorno, pinos, robles y plantas como helechos, tojos, brezo o varilla de San José. Con un manual o internet podéis identificar fácilmente un montón de plantas y fotografiarlas, pues no se deben arrancar ni deteriorar. En este entorno natural debemos ser muy cuidadosos y enseñar a nuestros hijos ese respeto por el medio ambiente.
Pasado el pueblo de Louro y en la carretera AC-550, hay un desvío que pone Punta Louro. Es una estrecha carretera al borde del mar por la que apenas caben dos coches si se cruzan. Al final, a algo más de 2 km, está el pequeño edificio del faro, casi a pie de ría. La carretera asfaltada muere aquí pero continúa un camino de tierra que rodea la montaña, unos 3,5 km, y enlaza con la carrera de nuevo en uno de los extremos de la playa de O Fogareiro.
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La localidad de Louro es muy turística y se pueden ver visitantes de diferentes nacionalidades. Sus apacibles campings, los edificios de apartamentos, pequeños hoteles y restaurantes en un entorno que cuenta con todos los servicios a unos 10 km de la villa de Muros. Pero también las antiguas casas de piedra o los hórreos, en un rincón de la provincia de A Coruña que dicen que tiene microclima y nosotros el otro día pudimos comprobarlo. La playa de San Francisco es un arenal resguardado en plena ría de más de 700 m con servicio de duchas y una zona de pinar.
En la parte alta está el antiguo convento de San Francisco, habitado hoy únicamente por dos padres, y con orígenes documentados en el siglo XV. Además de la fuente ubicada en el lugar y fechada en 1889, la antigua portería y el precioso Vía Crucis que asciende por la montaña, podemos visitar la iglesia, en la que aún se celebra misa cada tarde a las 19.30 h.