En algún rincón de la provincia de A Coruña, mirando al norte, existen unos acantilados que nada tienen que envidiar a los de las espectaculares fotos que hayamos visto de Escocia o Irlanda. De algunos de ellos ya hemos hablado aquí, en nuestro post sobre Cedeira y San Andrés de Teixido, así que hoy nos centramos en Loiba, en Ortigueira.

En Loiba dicen que está el mejor banco del mundo, para admirar el paisaje, y aunque somos firmes defensores de otros muchos bancos en diferentes rincones de Galicia, acudimos a comprobarlo. Lo cierto es que este rincón, de afluencia turística antes bastante limitada, ahora va camino en convertirse en algo similar a la playa de As Catedráis. En determinados momentos, al menos en verano, tendrás que hacer cola para poder sacarte una foto en el banco.

Para llegar a este apartado punto de la geografía gallega puedes ir desde Viveiro, por la costa norte, desde Ferrol o bien por la carretera de As Pontes, dejando la autopista AP9 en Pontedeume.

Nosotros fuimos por esta tercera vía, y mereció la pena porque atravesar los parques eólicos, hectáreas de terreno montañoso solo habitado por manadas de caballos salvajes, tiene su punto. Al llegar a Ortigueira hay que tomar la carretera de O Barqueiro (AC- 862) y en un punto determinado ya seguir las indicaciones hacia Loiba y luego, otras más rudimentarias, hasta «O Banco».

Posiblemente, el banco más bonito del mundo

Nosotros fuimos al atardecer, y en un día despejado, y la verdad es que las rutas de senderismo señalizadas por la zona como «Ruta das Algas» (6,8 km ida aunque nosotros solo hicimos un tramo) son una auténtica delicia, sobre todo por las vistas sobre los acantilados y el mar. Es una zona venteada y el camino, de tierra, está lleno de raíces así que creo que es recomendable llevar calzado adecuado y ropa de abrigo.

Han habilitado bajadas a través de barandillas de madera y caminos a alguna de las playas, a las que solo hay acceso en marea baja, pero permiten explorar playas casi vírgenes. El espectacular Ferrocarril de Vía Estrecha (FEVE) que cubre la ruta entre Ferrol y Ribadeo, para seguir por tierras asturianas, tiene aquí en Loiba una parada y muchos se sirven de este medio de transporte para caminar por la zona. Con niños pequeños quizá sea mejor opción el coche, porque el apeadero de Loiba está a casi dos kilómetros de la costa.