Seguro que todos hemos escuchado esta historia, que de algún modo hace más llevadera la caída de esos primeros dientes a los peques, referida a este popular roedor. Pues bien en Madrid hemos encontrado su museo, la Casa del Ratoncito Pérez, y claro sus visitantes estrella son los más pequeños de la casa.
Muy cerquita de la Puerta del Sol, donde se sitúa el kilómetro 0 de nuestras carreteras nacionales, está el hogar de este popular personaje de cuento. Y es que el Padre Coloma fue el encargado de recoger por escrito la historia de este ratón, que ya era popular con anteriodad, para dedicarla al futuro rey Alfonso XIII, al que se le había caído un diente.
En este enlace de la sede digital del Instituto Cervantes se puede leer el original, de 1911, que el autor había escrito unos años antes. La historia es bastante curiosa, y se refiere al rey Buby, un niño que recorre diferentes rincones de Madrid convertido en ratón gracias a la magia de este popular personaje. El periplo le hace descubrir que hay niños pobres que carecen de todas las comodidades que él sí tenía en la corte.
Pues bien este ratón en su versión española en realidad vivía en los bajos de una tienda de ultramarinos, Carlos Prats, en la calle Arenal, 8. Y aquí es precisamente donde podemos encontrar su casa museo. El letrero es pequeñito, pero si te fijas bien en el portalón verde, podrás verlo bien.
El acceso es por una galería comercial, con salida a la calle Arenal y también a la calle Tetuán. Se sitúa en la primera planta y es necesario reservar o comprar las entradas previamente, por lo que deberás contactar con ellos a través de su página web. El coste de la entrada es de 5 euros, los menores de 2 años entrarían gratis, y se realiza en unos 40 minutos siendo un recorrido guiado.
Después de tiempo queriendo ver esta Casa del Ratoncito Pérez, abierta en 2008, y al fin el otro día pudimos cumplir este sueño. Mucha expectación, caras de nervios y ganas de ir al baño antes de entrar entre los más pequeños, antes de abrirse la puerta y acceder a una sala de audiovisuales. Sentados en gradas, los peques y sus familias escuchan la historia del popular mensajero de los dientes, y luego ven un pequeño video de apenas un minuto.
En la siguiente sala vemos ya diferentes y curiosos objetos relacionados con el ratoncillo. El diente de Buby, las puertas de entrada a su pequeña morada, las cartas o la caja de galletas de lata en la que vive este personaje.
A través de pequeñas puertas, los niños pueden gatear y pasar de una sala a otra, o descubrir algún que otro secreto, con ayuda de un folleto guía y con las indicaciones de la monitora.
La expectación se va creando con la historia, que realmente es mágica para los más pequeños, aunque el espacio es pequeño, como también lo es su protagonista, se muestra lleno de magia por el relato.
La maqueta de su casa, las luces que nos permiten pasar de sala y diferentes historias y objetos que al final conducen de vuelta a la tienda, donde podemos adquirir algún objeto.
Aunque es de las zonas más turísticas, esta milla de oro madrileña tiene también sus alicientes para los más pequeños. Además de ver la Casa del Ratoncito Pérez, podemos tomarnos un chocolate con churros en San Ginés, a pocos metros, comer algo en el Museo del Jamón, merendar en la confitería El Riojano, o recargar cafeína en Starbucks.
En Navidades, sabéis que la fachada de El Corte Inglés de Preciados, justo detrás del Museo, se ilumina al son de los villancicos, y además se montan puestos de belenes y adornos en la Plaza Mayor. Así que será por planes en este corazón de Madrid al que podéis llegar fácilmente en metro bajando en la estación de Sol, o bien en Banco de España y caminando un poco, donde además está una de las puertecitas que usa el ratón para moverse por el subsuelo madrileño.
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