Si quieres conocer a fondo los mejores rincones españoles una buena opción es alquilar un coche desde Madrid y desplazarse a diferentes destinos, aprovechando el trayecto para otras paradas o lugares de gran interés paisajístico y cultural.
La sierra de Guadarrama, al noroeste de la capital de España, uno de los 16 parques nacionales declarados a nivel nacional. Alguna de las ciudades patrimonio bien comunicada con Madrid como Cáceres. O pueblos de montaña llenos de sabor, tradición y tranquilidad, como algunos conjuntos castellanos. Son algunas de las posibilidades si nos movemos a nuestro ritmo por el territorio nacional.
Cualquiera que sea tu ruta e intereses se pueden conjugar con un recorrido de una a tres o cuatro horas en coche hacia la costa, pasando por los más bellos paisajes si tomamos como base la ciudad de Madrid, ubicada en el centro del país.
Movernos en vehículo propio nos da la opción de parar allá donde nos apetezca, algo nos llame la atención, o simplemente, modificar sobre la marcha nuestro itinerario, alargarlo o alterarlo en función de nuestras circunstancias personales o intereses.
La ubicación de la capital en el centro neurálgico del país permite buenas opciones de comunicación con cada rincón de las diferentes comunidades autónomas o regiones españolas. De ahí que alquilar un vehículo para viajar a conocer los diferentes destinos sea una opción muy utilizada por visitantes de nuestro país.
Uno de los lugares con buenas conexiones, donde alquilar un coche en Madrid como los de Discover Cars, es la estación de Atocha, un intercambiador ferroviario, que mezcla cercanías con media y larga distancia, metro o autobuses, y está en el mismo centro de la capital, junto al parque del Retiro.
Si hemos llegado a la capital desde el aeropuerto de Barajas, y no queremos renunciar a varias noches conociendo el centro histórico y sus locales con buena gastronomía o los museos, podemos optar por completar nuestro viaje con algún desplazamiento en coche para conocer diferentes rincones de Extremadura, Euskadi, Castilla y León o la Comunidad Valenciana, entre otras muchas opciones.
En España las autovías o autopistas radiales permiten desplazarse a una velocidad máxima de 120 km /hora o bien, más pausadamente podemos ir por carretera nacional a un máximo de 90 km por hora, parando en pueblos y lugares pintorescos.
Combinamos en nuestra propuesta de 8 escapadas ciudades o capitales con pueblos más pequeños, de modo que abarquemos toda la pluralidad de paisajes, costa e interior, patrimonio e historia para una experiencia turística más completa. Lo acompañamos de la distancia de viaje desde Madrid.
Quizá la más desconocida de las capitales vascas, declarada Green Capital en 2012, y con un casco antiguo lleno de soportales, antiguas calles con nombres gremiales o rincones sorprendentes como una antigua nevera o los restos de la muralla.
Si os gusta la cultura no dejéis de visitar el Museo del Naipe, de donde salen desde tiempos históricos las populares barajas de cartas. Pero también es muy recomendable asomarse a sus dos catedrales, la medieval y la modernista, y descubrir su museo de arte sacro.
Para comer, y en Euskadi, la gastronomía es excelente, podemos callejear por sus rúas peatonales buscando las tradicionales tabernas donde tomar pintxos o platos locales como el cocido, las verduras y legumbres de temporada o el bacalao.
En la Sierra alicantina de la Mariola encontramos una ciudad mediterránea situada en el cañón del río Riquer y el Uxola. Este enclave con un pasado industrial importante, entre finales del siglo XIX y principios del XX, configuraron la existencia de una burguesía adinerada y la proliferación de edificios modernistas.
El paseo fluvial y la torre medieval de Na Valora, el Museo de los Bomberos, o la Lonja, un espacio cultural, del arquitecto Santiago Calatrava, son algunos de los rincones de interés que podéis ver si os escapáis a esta localidad de la comunidad valenciana desde Madrid en coche de alquiler.
Por último, y si os va el turismo gastronómico, no dejéis de probar una buena paella valenciana, o las deliciosas alcachofas preparadas de diferentes maneras.
La denominada villa del libro es un buen ejemplo de ciudad medieval amurallada castellana. Y es que, unos cuantos siglos atrás había que proteger los dominios de cada condado, castillo o ciudad, de las incursiones enemigas o de la entrada de epidemias como la peste, así que se delimitaban de este modo muchas de las poblaciones más relevantes.
En coche a unas dos horas de Madrid por la Autovía A6, atravesando la Sierra de Guadarrama que es parque nacional, llegamos al desvío de Urueña, una pequeña localidad declarada conjunto histórico artístico, y en la que encontramos una decena de librerías para unos 180 habitantes.
Lo mejor es aparcar fuera de la misma y recorrer sus antiguas calles o la muralla, viendo perderse el horizonte llano y terroso de castilla, con los colores de la época del año que corresponda. Hay varios restaurantes, paneles con la historia de sus lugares más emblemáticos y un templo de interés artístico en esta localidad de la provincia de Valladolid.
Uno de los rincones más bellos y cercanos a la capital es el tranquilo pueblo de Arévalo, en la provincia de Ávila, y también accesible a poca distancia en coche desde Madrid. Esta población es famosa por una especialidad culinaria como es el cochinillo.
Pero al margen del buen comer, Arévalo tiene un castillo fascinante, del sigl XV, y que fue almacén de cereal, residencia de linajes nobles como Isabel de Castilla o Museo de la Agricultura con un buen número de elementos interactivos y de lo más interesante, también para los más pequeños.
Alrededor del castillo podemos ver la plaza mayor, un conjunto histórico muy pintoresco, y el paseo del río Arevalillo, o el puente de Medina, de estilo mudéjar pero romano en su origen.
Una de las 15 ciudades declaradas Patrimonio de la Humanidad en nuestro país es esta capital extremeña repleta de torres y antiguos palacios.
La plaza mayor y el Arco de la Estrella, la Ermita de la Paz o el barrio judío, donde está el Centro de Interpretación de la Torre de los Pozos. Son ejemplos de lugares con un buen cúmulo de enseñanzas históricas en una ciudad con una huella romana importante.
Si nos desplazamos en coche de alquiler desde Madrid a Cáceres podremos recorrer una de las capitales más fascinantes, llena de secretos y buena gastronomía.
Entre las capitales de Castilla – La Mancha encontramos esta ciudad, de camino a la costa alicantina por la autovía A3. Además de una buena ruta de edificios modernistas, encontramos un centro urbano histórico caminable fácilmente a pie dando un paseo.
Podéis asomaros al Museo de la Cuchillería, al Museo del Niño, o visitar la Catedral, un templo neorrománico y neogótico, construido sobre otro renacentista. En su entorno, encontramos un parque infantil perfecto para un rato de juegos con los más pequeños.
A unos 260 km de Madrid está otra capital de Castilla y León bastante desconocida pero con un patrimonio artístico único. El desarrollo industrial propicio la construcción de un canal navegable en el siglo XVIII, que buscaba favorecer las comunicaciones comerciales por la meseta.
Una de las vistas más interesantes en Palencia, es precisamente el Centro de Interpretación del Canal, pero también el Museo del Agua, en el centro de la ciudad, junto al puente sobre el Carrión.
Además de un centro histórico plagado de calles peatonales, soportales y locales donde tomar pinchos y tapas, encontramos la catedral, llena de curiosidades históricas y que esconde una cripta visigótica.
Otra de las opciones de interés, fuera de las ciudades o rincones más masificados por el turismo, es el caso de Soria. Además, acercarnos en coche desde Madrid a este lugar de Castilla y León, nos permitirá desplazarnos a puntos de interés cercanos a la capital como la ermita del Mirón, San Juan de Duero o el Yacimiento de Numancia.
En el centro histórico, la Alameda de Cervantes es un parque precioso para descansar y tomar algo bajo la arboleda. Pero también la plaza Mayor, la antigua cárcel, los edificios porticados o palacios como el de los Condes de Gomara o el de los Río y Salcedo, que alberga el archivo y una muestra de fotos y planos antiguos de la ciudad.
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