Esta localidad interior de A Mariña Lucense es sin duda muy conocida por la fachada de San Salvador. Y es que la fachada de su iglesia de Santa María se considera precursora de la del Obradoiro de la Catedral de Santiago ya que fue terminada por Casas Novoa. Pero tras los muros de este corazón neurálgico de Lourenzá se encuentran varios secretos que quizá no conozcáis, ¿o sí?
Un nombre propio se esconde en una de las capillas de esta iglesia, la de Nuestra Señora de Valdeflores, y es el de Osorio Gutiérrez, el Conde Santo. Este personaje del siglo X fue el fundador de este monasterio de San Salvador de Vilanova de Lourenzá, pues aquí ingresó como monje y aquí está enterrado.
Cuentan algunas fuentes históricas que el tal Osorio desciende de otro del mismo apellido que acompañó al rey Don Pelayo en la reconquista de España. Nuestro Conde Santo luchó en la batalla de Simancas y fue conde por herencia paterna de Vilanova de Lourenzá. Una vez que fue viudo, ingresó en el monasterio, y llegó a viajar a Tierra Santa viviendo como eremita cerca del Santo Sepulcro. Su biografía se mezcla con la leyenda, pero resulta apasionante acompañada de una visita a todos estos lugares.
Fue declarado monumento histórico – artístico en el 1974 y su fachada es un referente del barroco gallego. Sus orígenes se hunden en el siglo X, pasando a ser cenobio benedictino en el siglo XII. En el siglo XVI pasó a integrarse en la congregación de San Benito de Valladolid. Y en 1835, se vio afectado por la desamortización de Mendizábal y fue desmantelado.
Tras un incendio y años de abandono, los monjes volvieron a ocuparlo en 1910, como priorato de Samos, momento en que fue restaurado. Desde 1942 vuelve a pertenecer al obispado de Mondoñedo. Durante unos años funcionó como Seminario Menor Diocesano.
En estas dependencias encontramos el Claustro Mayor, del siglo XVII, el Museo de Arte Sacro, la Cámara Abacial que hoy acoge el Ayuntamiento, el Claustro del Pozo Santo y la biblioteca, además de la Iglesia de Santa María. Además, en la parte trasera del ayuntamiento, se encuentra ubicado el Centro de Interpretación de la Faba, uno de los lugares de referencia para conocer un producto singular cultivado en este valle de Lourenzá y que es un referente gastronómico de la zona.
Los habitantes de la zona conocen bien la fama milagrosa del secreto mejor guardado de este conjunto arquitectónico del que hoy os hablamos, en el corazón del valle de Lourenzá. Se trata del sepulcro de Osorio Gutiérrez, conocido como el Conde Santo. Puede visitarse en un recorrido guiado por estas dependencias del mosteiro de San Salvador. Y como tantos otros lugares de culto y veneración tiene su leyenda.
Al parecer, este sepulcro paleocristiano, un sarcófago del siglo V quizá traído de Aquitania, según recoge el antiguo inventario de Ángel del Castillo, apareció flotando por arte de magia en las aguas cercanas de Foz. En su parte inferior, tiene un orificio por el que los fieles de la zona introducían el dedo para pedir favores al difunto debido a su fama y milagros.
En realidad este personaje no está canonizado por la iglesia, pero la tradición popular así lo considera dado su apelativo del Conde Santo, los milagros a él atribuidos. Está enterrado en el sarcófago antes referido en San Salvador de Lourenzá y su festividad se celebra el 31 de agosto o el último domingo de mes.
Otro de los elementos que sorprenden de una visita guiada a este conjunto, que tuvimos la oportunidad de realizar hace algunos meses en el evento de Slow Food Compostela, Xantares de Vagar en A Mariña, es precisamente su colección de arte sacro. Se creó en 1964 en estas dependencias y conserva pinturas con escenas de los milagros de este conde, y piezas de escultura de los siglos XVII y XVIII, además de elementos de orfebrería, mobiliario o indumentaria.
La parte más impresionante es un retablo barroco que podemos ver en la sacristía de la iglesia, con 28 reliquias. Está realizado en piedra y madera policromada por Francisco de Andrade. También podemos ver aquí la capilla de la Valvanera y una biblioteca con cuatro mil volúmenes que incluye libros del siglo XVI.
Si conocemos esta zona no podemos dejar de probar su mítica faba, haba en castellano, cultivada en tierras que antes se dedicaban a viñedo y lino, y que hoy han adoptado como cultivo numerosos productores de la zona por sus características tan valoradas.
Visitar el centro es un buen punto de partida. Es un espacio pequeño en el que podemos descubrir las propiedades de este singular producto, información botánica, técnicas empleadas para su cultivo. El elemento más visual, quizá para los más pequeños, es un túnel con diferentes aparatos empleados para recolectar habas en esta zona.
Esta visita se complementa recorriendo los pocos kilómetros de la ruta de la faba, bien señalizada y que nos lleva por miradores, antiguos molinos y arroyos, y hasta el pie de los campos donde podemos ver las plantaciones de habas.
El Área Recreativa de Ponte Cazolga es otro de los rincones recomendados si visitáis Lourenzá. Un lugar de romería junto a un puente construido para facilitar el paso de materiales para la construcción del mosteiro de San Salvador.
Además del precioso entorno fluvial junto al río Masma, aquí encontramos mesas para comer, una zona biosaludable, y un albergue. Por Lourenzá pasa el Camiño de Santiago, Camino Norte, en su tramo de Ribadeo a Mondoñedo. Pero también el Camiño Natural de San Rosendo está señalizado en esta zona a través de paneles informativos.
Otro de los lugares recomendados en este concello es el Pazo Fortaleza de Tovar, que además es restaurante y celebra eventos. Su restauración es obra de un particular, que realiza algunas visitas guiadas y muestra algunos espacios del pazo dedicados a la vida cotidiana en la etapa medieval, o algunas salas que acogen exposiciones temporales, como una muestra de juguetes tradicionales gallegos de la zona.
Camino de Santiago de Ribadeo a Lourenzá
El potencial del Turismo en A Mariña y la ruta da Faba
