Un fin de semana de escapada puede tener mucha magia en una villa costera como Luarca con niños. El río Negro desemboca en este punto del occidente asturiano serpenteando y creando un casco urbano partido en dos, que más adelante se divide una doble bahía. A un lado paisaje de montañas y playa, el paseo marítimo y el espigón. Al otro, el puerto pesquero plagado de bares y tascas marineras que en verano rebosan de visitantes. Hacemos un pequeño recorrido por la localidad para contaros lo que nos gustó en una visita con peques.
No es fácil aparcar, pero hay un parking gratuito municipal en la Avda. de Argentina. Después puedes cruzar el río y seguir las señales de centro urbano. El pequeño casco histórico de Luarca tiene su epicentro en la calle Uría, donde está la oficina de turismo y donde podrán darte mapas y horarios de los principales museos. Delante, la explanada de Alfonso X el Sabio y el Ayuntamiento. Si sigues por este lado del río puedes recorrer el mágico barrio de «La Pescadería», allá en lo alto, con sus casas dando la espalda a la bahía y sus calles empinadas y llenas de escaleras y pasadizos.
Si cruzas por el puente del Beso, el último antes de llegar al final del espigón del Náutico, accedes de lleno al casco histórico. Para entender Luarca hay que verlo en un callejero, porque de entrada orientarse con tanto río, espigón, y vía férrea atravesándolo de lado a lado no es tarea fácil. En un ensanche de la calle Párroco Camino, en la plaza de la Constitución, encontrarás un pequeño parque infantil. Si recorres la zona con niños solo has de tener en cuenta que, como en tantos puertos pesqueros, hay zonas sin barandilla y debes advertirles para evitar sustos o baños inesperados.
Es muy recomendable un paseo por El Cambaral, el barrio de casas enclavadas en la ladera, justo en primera línea del puerto pesquero. Entre sus calles y casas encontrarás pequeños miradores y, sobre todo, rincones con mucho encanto. Este núcleo de población lleva el nombre de un antiguo pirata moro que dejó huella en el lugar por sus hazañas. La historia puedes leerla en la web de Turismo de Luarca.
También, recorrer el paseo del muelle y subir a la Atalaya y el faro. O adentrarte en el espigón de El Náutico para disfrutar de la vista hacia el conjunto de casas que rodean el puerto pesquero. Luarca tiene además playas de gran belleza como Otur o Cadavedo. Pero también la reserva natural de la playa de Barayo.
Os recomendamos visitar alguno de los museos cercanos a la localidad como el Museo Etnográfico de San Martín, el Parque de la Vida de La Mata (del que ya hemos hablado aquí), el Observatorio Astronómico de Muñás o el Centro de Interpretación de las Hoces del Esva.