¿Os gustan los antiguos monasterios, los parques naturales y en general cualquier rincón para descubrir con niños? A nosotros nos encantan, y de hecho en la etiqueta «antiguos monasterios» del blog podéis encontrar unos cuantos para visitar con los peques de la familia. Pero hay uno que nos cautiva de manera especial y es el de Monfero, en el espacio único de As Fragas do Eume.

Nosotros ya habíamos contado algo del antiguo monasterio de Monfero en el blog, pero recientemente hemos revisitado el lugar y como hay novedades importantes os lo queremos contar. Como los monasterios antiguamente se construían en sitios aislados para que la comunidad pudiera dedicarse a la vida contemplativa, en las más de 9.000 hectáreas que rodean el cañón del río Eume encontramos varias construcciones religiosas. Una de ellas es el monasterio de Santa María de Monfero, ubicado muy cerca de uno de los accesos señalizados a este parque natural, cerca del municipio del mismo nombre.

Para llegar hasta aquí puedes dejar la autopista A Coruña – Ferrol en Pontedeume y atravesar el viejo puente sobre el Eume, hasta ver un letrero que señala «As Fragas do Eume». En lugar de tomar hacia Caaveiro, sigue la señalización que indica Monfero. Si vienes por la A6 también puedes dejar la autovía en Montesalgueiro (km 549) y seguir la AC151 hacia Irixoa, continuando después hasta Monfero y allí siguiendo las indicaciones.

Recientemente se ha construido allí una oficina de recepción de visitantes de la Xunta de Galicia, que nosotros encontramos cerrada en el horario que se indicaba en la puerta: de lunes a domingo de 10 a 13.30 y de 16 a 20 horas. Pero si queréis ver la iglesia, que es lo único visitable a día de hoy, podéis acercaros los fines de semana porque suele estar abierta y hay una oficina de información turística municipal dentro. Hasta hace poco se podían visitar los claustros en ruinas pero en la actualidad están cerrados por reformas sin fecha prevista de apertura.

El monasterio de Monfero

Los orígenes de este lugar se remontan al siglo XII, cuando se construyó la primera iglesia románica de la que solo queda una pequeña parte. En el siglo XVII se construyó la actual iglesia sobre los restos de la anterior. Del monasterio quedan en pie tres claustros, construidos en diferentes fechas y estilos y de los que se conservan solo algunas partes.

Yo hace varios años que lo visité por última vez y recuerdo que se podía ver lo que era la antigua cocina, el refectorio, la sala capitular y algunas otras estancias. Es una pena que no se pueda visitar actualmente, ya que aunque sea en ruinas tiene cierto encanto.

De la iglesia, muy destacada habitualmente por su fachada barroca de pizarra y granito en ajedrezado, se puede ver el interior, el coro, la sacristía, varios sepulcros y antiguamente una parte exterior anexa que hoy también está cerrada.