El museo de cochecitos de Portomarín

Uno de los lugares que llevábamos tiempo esperando para poder conocer era este museo de cochecitos de Portomarín. Solo abre en temporada alta y es un pequeño espacio que destila pasión por el coleccionismo de lo que son juguetes pero también auténticas obras de arte.
Si aún no lo conocéis os recomendamos una escapada a este rincón a orillas del río Miño para pasar el día, hacer un tramo del Camino de Santiago o simplemente explorar los miradores de la zona y su buena gastronomía. De paso podéis acercaros a este museo que gustará a niños y mayores.

Por épocas y estilos
Reproducciones en miniatura de modelos de las diferentes épocas, desde los años 30 o los primeros automóviles, hasta las marcas típicas en las películas de James Bond, Tintín o gamas que no pasan de moda como el mini en sus diferentes variedades.
Si eres baby boomer -generación X- o millenial puedes incluso ver los coches de tu niñez, o muchos abuelos, identificar aquel seiscientos, el supercinco o la gama de los Citroen CX y BX. Camiones, ambulancias, furgonetas de reparto o coches de carreras, completan el recorrido por la historia de la automoción.

Algunos módulos están especialmente dedicados a los coches de policía, bomberos o ambulancias, pero también a miniaturas de automóviles. En total el museo de cochecitos de Portomarín cuenta con una colección de en torno a los mil cochecitos que se pueden ver en vitrinas, maquetas o colgados por el techo. En la puerta hay dos cochecitos de pedales infantiles.
Horario y ubicación
Encontramos este museo de cochecitos de Portomarín en el edificio del Mercado, subiendo por un lateral de la Plaza de la Iglesia de San Nicolás, el corazón de esta localidad, concretamente por la Calle Diputación.
Enseguida veremos una escalera a mano izquierda, si la subimos llegamos a una explanada y, en el edificio, hay unas galerías comerciales. En el interior de las mismas encontramos este espacio expositivo.

Abre en temporada alta, entre mayo y octubre, y en horario de tarde. La entrada cuesta 3 euros para los adultos y 2 euros el ticket reducido, para niños o personas mayores.
Más que ver en Portomarín
Esta población al norte de la Ribeira Sacra, en la ribera del Miño, fue reconstruida montaña arriba cuando en los años 60 se construyó la presa de Belesar. De ahí que una de las visitas más chulas sea bajar hasta el puente y ver los restos del antiguo pueblo bajo las aguas. Suelen verse en el otoño, o cuando están bajas las aguas por la escasez de lluvias, y hay un mirador y paneles informativos en entorno.

Por lo demás, es un pueblo bullicioso incluso en domingos y llenos de peregrinos que hacen el Camino de Santiago. Románico, que podéis ver en las dos iglesias – San Nicolás y San Pedro- con elementos de este estilo arquitectónico; pero también gastronomía, comercios y alojamientos diferentes.
Booking.comEl parque infantil lo encontraréis al final del pueblo, desviándoos a la derecha frente a la iglesia de San Pedro, y está bajo la arboleda con zonas para niños de diferentes edades. A la entrada del pueblo desde el puente encontraréis las típicas letras donde inmortalizároos con el nombre del destino.
Por
Carmen Delia Díaz
, 11 de mayo de 2022
Carmen Delia Díaz
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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural