Si transitáis por la carretera provincial LU-122, entre Meira y Lourenzá, veréis varios carteles recientes indicando la dirección al Mazo de Ferreiravella. Está en Riotorto, a medio camino entre Lugo y A Mariña Lucense, en la comarca de Meira. Toda esta tierra rezuma etnografía y podéis hacer muchos descubrimientos, de algunos de ellos ya os hemos ido hablando por aquí.
En diferentes rincones de Galicia como A Terra Chá, pero también de Asturias, como Vegadeo, Taramundi o la comarca de los Oscos, podéis ver mazos. Se ubicaban junto a los ríos y su mecanismo servía básicamente para trabajar el hierro en las forjas.
Esta industria ocupó muchos esfuerzos en la parte oriental de Galicia y el occidente asturiano, especialmente en la montaña donde además abundaba el mineral de hierro, entre los siglos XVIII-XIX y hasta principios del siglo XX.
Canalizar el agua de los ríos, construyendo una presa o banzao, para al dejar caer su volumen mover una rueda que accionaba el mazo, supuso la creación de talleres de forja más rápidos y efectivos que el trabajo manual del hierro.
Booking.comEste mazo se ubica en el lugar del mismo nombre, en el concello de Riotorto. Su río, que transcurre por el valle, forma la Ruta do Ferro, donde podemos ver molinos, muelas y mazos.
Este del que os hablamos, fue reconstruido gracias a un taller de empleo desarrollado por el propio concello y la Consellería de Asuntos Sociales, emprego e relacións laborais en el año 2004.
Además del propio mazo y su funcionamiento, podemos disfrutar en este lugar del área recreativa. El lugar está ajardinado y presenta vegetación autóctona, en el entorno del río. Junto al mismo hay una zona con mesas y barbacoas para comer.
Cerca de la zona de merendero encontramos también un parque infantil muy interesante, con pirámide de cuerdas, balancines, columpios y tobogán. Si lo visitáis un día de calor será un refugio estupendo porque cuenta con zonas de vegetación muy espesa junto al río.
Además, también podéis comer en el propio restaurante. Tiene menú del día a 12 euros, pero también está abierto los fines de semana para comidas o celebraciones familiares. Tanto en su parte interior, como en las mesas de la terraza.
Para llegar encontraréis varios desvíos señalizados en la carretera LU-122, entre Lourenzá y Meira. Esta vía que es perfecta para un viaje con calma y con niños, cuenta con varios merenderos y zonas de descanso, alguna de ellas con parque infantil como la que hay a la entrada de Lourenzá.
Pero también se accede y cuenta con indicadores desde las inmediaciones de Meira, a unos 9 kilómetros, por la CN-640 hasta un lugar donde se toma la LU-P-5501, dirección Riotorto.
En unos 3 km pasaremos junto al aparcamiento señalizado de este restaurante y zona recreativa, que se puede ver un poco más abajo en la misma carretera.
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