A veces los lugares con más encanto están muy cerca de ti. El otro día Pablo, el papá de Juan, me habló de este parque en la localidad coruñesa de Montrove, en Oleiros. Está junto a la capilla de San Paio, pero hay que dejar el coche en las inmediaciones pues el acceso es casi peatonal y no hay donde aparcar.
Se accede desde la Avenida de Rosalía de Castro, desde donde está señalizado, apartándose hacia abajo frente a la biblioteca Federico García Lorca. A pocos metros caminando lo verás, con su característica torre de piedra redonda junto a la entrada.
Poca información he podido encontrar de estas ruinas, al parecer fue residencia de verano de un vasco residente en A Coruña apellidado Ibarrola Zárate. Se contruyó en el 1765, según explica Ana Lorenzo en La Voz de Galicia, e incluía lavadero, palomar, chimenea, acequia y un buen número de dependencias para el uso de la familia.
La ruina del conjunto se remonta al siglo XIX, como recoge una publicación del Concello de Oleiros, cuando tras un proceso de herencias, el edificio fue quedando en estado de abandono y el concello adquirió una parte en el año 99 y posteriormente se expropió otra habilitándo el conjunto como parque público, conjuntamente con la capilla, su parque infantil y el palco con vistas sobre el antiguo pazo que se inauguró en 2003.
Te encantará recorrer la estructura del edificio, casi lo único que queda en pie, imaginando cómo sería la vida entre aquellas paredes. En cada rincón un banco, papeleras, sendas de paseo y un jardín del que no hay que perderse detalle. Perfecto para que los peques correteen o para buscar la tranquilidad en la lectura de un libro o un rato de reflexión. En la parte más baja hay un pequeño puente por el que se sale de los muros del pazo y se accede a un parque infantil con tobogán y columpios.