Si a tus peques les gusta correr y curiosear les encantará este lugar de peregrinación, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Lo habita una comunidad cisterciense, de clausura, y también acoge un albergue de peregrinos que hacen el Camino de Santiago. Nos hemos acercado hasta aquí para contaros qué ver en Sobrado dos Monxes con niños.
Se accede desde la autovía A6, donde ya está señalizado a la altura de Montesalgueiro. Fue fundado en el siglo X. Su importancia fue notable en la Edad Media, luego cayó en decadencia en el siglo XVIII, hasta que en 1954 fue reconstruido.
Debes entrar en la recepción si quieres visitarlo. Los adultos pagan un euro y los niños entran de forma gratuita. Te dan un folleto guía que puedes seguir para ver los claustros, la bellísima sala capitular o la cocina con su gran chimenea.
También es increíble la iglesia, hoy sin culto y desprovista de retablos e imágenes pero de este modo se puede admirar bien su estructura: las cúpulas, las capillas, la sacristía y detalles de los capiteles, los sepulcros o las pinturas murales.
En la tienda del monasterio puedes comprar objetos religiosos de todo tipo, recuerdos y algunos productos gastronómicos.
Los exteriores del monasterio también merecen la pena, con amplias zonas verdes, un cementerio y una capilla. Muy cerca, en el pueblo, hay un pequeño parque infantil y comercios donde comprar cualquier cosa que necesites.
En esta zona también está la Casa do Queixo, de la que ya hemos hablado aquí, el antiguo campamento romano de Ciadella y el parque infantil del área lúdica de Grixalba, conforman el resto de nuestras recomendaciones para una visita a Sobrado dos Monxes con niños.
Por la zona os hemos contado más rutas apasionantes como la senda da Carballeira o la laguna de Sobrado dos Monxes y su mirador para observar aves.