Esas familias aventureras tienen que acercarse un fin de semana a conocer el dolmen más famoso de Galicia. Un antiguo enterramiento de unos cuatro mil años antes de nuestra era. Se puede visitar en la Costa da Morte, en Cabana de Bergantiños.
Y es que los hombres del neolítico quisieron preservar la memoria de sus antepasados a través de enormes monumentos de piedra presentes en diferentes rincones del mundo. Stonehenge en Reino Unido; Carnac en Francia o, ya en Galicia, Pedra da Arca (Malpica) y Axeitos (Ribeira). Son solo cuatro ejemplos de monumentos megalíticos célebres que puedes ver referenciados en el Centro de Interpretación del que hablamos hoy.
El Dolmen de Dombate es el único de Galicia que cuenta con su propio museo. Una cubierta protege este antiguo enterramiento y al tiempo acoge al visitante para que pueda recorrerlo en todo su perímetro y conocer detalles sobre este lugar, su historia y las excavaciones practicadas. Visitarlo al atardecer, con sus paneles iluminados y en soledad es un auténtico privilegio.
Ya os habíamos hablado en algunas ocasiones de la Ruta de los Dólmenes de la zona de A Costa da Morte, pues bien hoy nos detenemos en un antiguo santuario al que se denomina «Catedral del Megalitismo» de Galicia y que puedes visitar con niños y de forma gratuita.
No solo el propio dolmen, sino también el centro de interpretación que le sirve de pórtico de entrada, con una recreación del interior del conjunto rupestre, paneles interpretativos, y mucha información sobre los recursos turísticos de la comunidad y la zona en sí.
Llegar al Dolmen de Dombate en coche es sencillo. Tomamos la autopista de A Costa da Morte, AG-55 y la dejamos en la salida 58 indicada como Baio Este. De aquí enlazamos con la carretera AC-430 en dirección a Ponteceso, y a pocos kilómetros, a mano izquierda veremos señalizado el Monumento que está declarado Bien de Interés Cultural. Tiene un amplio aparcamiento y abre en horario de mañana y tarde los fines de semana. En este dolmen más famoso de Galicia, a determinadas horas también hay visitas guiadas.
A la entrada encontrarás aseos, y el centro de interpretación. Aquí pueden darte mapas e información, y el ticket de acceso. Después de recorrer esta pequeña exposición con algunas recreaciones y paneles interpretativos, puedes acceder al interior del dolmen, pero no al de verdad, para admirar su decoración pictórica. En esta zona también hay una sala de audiovisuales.
Saliendo de este edificio debemos recorrer unos metros a la intemperie hasta llegar al dolmen real que está bajo cubierta y admite un recorrido en todo su perímetro siguiendo los paneles explicativos. La iluminación y musealización del mismo nos gustó mucho, pues te mete bastante en ambiente para entender la importancia de este milenario lugar.
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