Es un auténtico referente pues se encuentra en el centro mismo de la localidad coruñesa de Santa Cruz (Oleiros). El paseo marítimo, al borde de su playa, cuenta con una pasarela de madera para acceder a este islote que domina la bahía. El interior puede verse entre semana en horario de mañana y tarde o los sábados por la mañana.
Me recuerda Sore que incluya este castillo y tiene toda la razón, pues es un paseo y una visita excelente para hacer con niños pequeños. La fortaleza primitiva se construyó para defender la ría tras los ataques ingleses. Fue en el siglo XVI y formaba parte de las infraestructuras costeras complementando al Castillo de San Antón (A Coruña) y el castillo de San Diego (demolido hace años).
La edificación pasó a manos privadas en el siglo XIX y fue destinado a su uso por huérfanos del ejército durante muchos años. En 2001 comenzó su recuperación, ya en manos públicas, y hoy alberga el CEIDA (Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental de Galicia), según se recoge en la reseña histórica e información de su página web y también el Centro de Documentación Domingo Quiroga.
Los niños caminarán fácilmente la distancia entre el paseo y su pasarela. Y al rodear la isla solo hay que tener cuidado en los tramos donde rompen mucho las olas o los muelles que carecen de barandillas, si vamos con peques de corta edad. Hay miradores, cañones, garitas de vigilancia, pasarelas, calabozos, etc. No es muy recomendable para ir con carritos en todo su contorno, solo algún tramo, pues hay alguna escalera y las piedras de sus diques dificultan algo el tránsito.
Si después buscáis columpios hay un parque muy bonito muy cerca, cruzando la carretera. Hay un río con patos y un poco más atrás una zona infantil. En todo su perímetro y en el paseo marítimo hay algunas cafeterías y restaurantes donde tomar algo.
