El Castillo de Santa Cruz es una fortaleza en el casco urbano de A Guarda, levantada en el contexto de la guerra entre Portugal y España. Se construyó a mediados del siglo XVII y costó 12.000 ducados. Su finalidad era defensiva y tiene planta irregular con baluartes, foso, varias puertas de acceso, garitas de vigilancia, almenas, etc. Está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
Se puede entrar por la calle Puerto Rico, o por República Dominicana. Esta segunda opción implica caminar diez minutos por un sendero muy cómodo, accesible y llano. Es perfecto para un paseo con niños pequeños pues es llano, con mucho que ver, el interior es un gran parque, y muy natural.
Las vistas son también imponentes desde esta fortaleza, hacia el Océano Atlántico y la costa portuguesa y es un lugar de paseo, muy tranquilo y de acceso gratuito. Abre de 10.00 a 18-19 en invierno y en los meses de verano prolonga la hora de cierre hasta a las 22 h.
Hay episodios históricos interesantes vinculados a esta fortaleza, como cuando el Duque de Dalmacia ocupó el Castillo por su situación estratégica para preparar su invasión portuguesa, durante la Guerra de la Independencia. Un batallón portugués al mando de Serpa ayuda a la población de A Guarda a tomar el castillo con el retén francés que había quedado en la posición. Esta localidad se convierte por tanto en la primera donde se arría una bandera francesa en período napoleónico.
En A Guarda está también el castro de Santa Tecla, bien señalizado desde el casco urbano, o el Museo del Mar, en la Atalaya y junto a un bonito parque infantil con zona deportiva. En general A Guarda tiene mucho que ver si vas con niños y es una escapada estupenda para cualquier fin de semana.