Este rincón junto al río Limia se ha conocido tradicionalmente como «A cidá» y yace detenido en el tiempo, a medio cubrir por las aguas según la época del año, entre las localidades ourensanas de Lobios y Bande. Para los amantes de la historia puede ser un sitio especial, pero en general para cualquier familia que quiera pasar un día al aire libre, o incluso pegarse un chapuzón aprovechando las altas temperaturas veraniegas. Hoy nos damos un paseo por el campamento romano de Bande.
La distancia de este rincón, integrado en el parque natural de Baixa Limia-Xurés, con la localidad de Bande es de unos ocho kilómetros. Nada más llegar junto al bellísimo paraje que forma aquí el río, en el Embalse das Conchas, verás un aparcamiento y un área recreativa, la de Porto Quintela. Es una bonita arboleda con buena sombra, mesas para comer y un acceso por escaleras al agua para facilitar el baño.
Impresiona pensar que hace unos veinte siglos o algo menos desfilaban por aquí legiones de soldados romanos, abriéndose paso por estos bosques, y alojándose en preciosas villas romanas o barracones de las diferentes unidades que componían el conjunto. Y es que la vía XVIII o Vía Nova, que comunicaba Astorga con Braga, fue trazada por la Baixa Limia para controlar sus recursos básicos y hacerse con la zona.
El campamento romano de Bande lo recorrerás casi en soledad. A pocos metros del aparcamiento está el centro de Interpretación de esta zona también conocida como Aquis Querquennis. Nosotros no pudimos verlo porque solo abre por las tardes, pero sí caminamos los 300 metros que lo separan de las ruinas del campamento romano, ubicado en este lugar para un mejor aprovechamiento del agua. Si lo quieres visitar lo mejor es que te informes previamente por teléfono porque los horarios que hemos leído en varias webs no están correctos y cierra varios días a la semana.
El campamento está con campañas de excavación en los últimos años, y se trata de ponerlo en valor de manera que el visitante pueda identificar las diferentes zonas destinadas a soldados, caballería, recursos básicos, etc.
El paseo con niños es muy accesible, transcurre en buena parte bajo la arboleda y puede resultar una actividad interesante para vuestros pequeños arqueólogos, en busca de alguna pieza de oro romana o algún antiguo tesoro. (Esto es un pequeño guiño, ya sabemos que no se debe tocar nada en este yacimiento).
Hay paneles de señalización por todo el conjunto y a otros 300 metros, si está el agua baja, puedes ver también los restos de la antigua mansión, cerca de la cual hay otro espacio de recreo junto al río.
Coordenadas GPS:41º58’24.7»N / 7º58’48.2»O
