Los peques crecen y te vas planteando muchas cosas sobre su futuro. Ya viajamos sin cunas ni biberones y en breve pensamos en hacer estancias más largas en el extranjero para que también los niños puedan aprovecharlo. Y sobre todo, el hecho de meterles en gusanillo de viajar,o vivir en el extrajero, ya que intentaremos que puedan hacerlo.
Recopilando experiencias viajeras, sin duda, uno de los destino que más nos ha gustado ha sido Dublín. No solo por la ciudad en sí, sino por la cultura y forma de ser de los irlandeses. Así que nos hemos propuesto recopilar las diez cosas que nos gustan de Irlanda.
Las ciudades que tienen música en la calle son diferentes. Los irlandeses son muy musicales y en cualquier rincón encuentras a gente tocando algún instrumento, cantando o bailando. Son gente muy extrovertida y amable por lo que es fácil empatizar y hacer amigos.
Ambiente estudiantilEl centro de Dublín es un hervidero de estudiantes todo el año. Hay jóvenes de todas las culturas y esto resulta muy enrquecedor. Existen instituciones educativas de dilatada trayectoria y prestigio. También para la realización de intercambios por trimestres o años en el país como la Escuela de Idiomas y Cultura, donde gestionan opciones para un año académico en Irlanda.
Si te gusta el arte religioso o civil en Irlanda puedes visitar numerosos templos en cuyas paredes está escrita la historia, como St. Patrick o San Audeon, la procatedral de Saint Mary o St Michan. Pero nos encantó el Irish Museum of Modern Arte (IMMA) porque puedes visitarlo con niños o jóvenes y muchas piezas de arte se pueden tocar.
Parques y jardinesA pesar de que el clima no es demasiado soleado Irlanda está lleno de flores. Los parques y jardines que puedes ver en Dublín están llenos de irlandeses que pasan el día leyendo, jugando o paseando. Los parques infantiles son fascinantes, como el de St. Stephen’s Green, Merrion Square o St. Patrick’s Park.
Existen edificios con mucha historia y rincones de la ciudad con su propia leyenda o acontecimiento histórico. Empezando por el clásico puente Ha’penny Bridge y siguiendo por el Dublin Castle, o edificios que son un libro abierto a la historia contemporánea de Irlanda como la antigua prisión de Kilmainham Gaol.
La cultura irlandesa es vibrante y son muchas las oportunidades de aprender sobre diferentes materias. Da igual que hablemos de la encuadernación como arte desde la antigüedad, una muestra que pudimos ver en la Chester Beatty Library, o la vida antigua en Dublinia.
Una de las cosas que más nos llamaron la atención de Dublín es que puedes ir con niños a cualquier sitio. Irlanda tiene una tasa de natalidad alta comparada con España, de 2,07 hijos por mujer, así que en todos los museos, restaurantes o incluso bibliotecas hay algún rincón para los más pequeños.
La cervezaLos irlandeses pasan parte de sus horas de ocio en compañía de una buena cerveza. No en vano Dublín es la cuna de la célebre fábrica de cerveza negra Guiness. Y es que la cultura de este país está muy vinculado a la cerveza y también sus fiestas más internacionales como St. Patrick’s Day.
Quizá el icono de los pubs irlandeses es el Temple Bar de Dublín. Pero hay muchos otros que te sorprenderán y sobre todo el ambiente que en ellos puedes respirar. Música, cerveza y mucha fiesta, pero sobre todo buenas horas de conversación entre amigos. Locales recuperados de una antigua iglesia en este caso como The Church son también un referente.
Quizá elegiríamos Irlanda si tuviéramos que pensar en un país donde trabajar o donde los jóvenes podrían adquirir buena experiencia y aprender el idioma. Las plantillas tienen una media de edad muy joven, de hecho resulta llamativo ver la juventud de muchos directivos en cualquier hotel, empresa o institución, pero llama la atención su profesionalidad.
