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en Galicia, Viajes y excursiones

Veinte destinos para conocer Galicia con niños

  • julio 7, 2015
  • por Carmen Delia Díaz
  • 2 Comentarios
Veinte destinos para conocer Galicia con niños

Si tuviera que recomendar algo de Galicia a quienes viajen con niños y vengan a pasar unos días, no sabría por dónde empezar. En Escapalandia nos pasamos la vida descubriendo pueblos, parques, áreas recreativas o museos, cualquier excursión interesante para hacer con niños. Pero limitarlo a un número concreto ya es un reto. Así que trataremos de agruparlo de algún modo para que al menos resulte una guía interesante, eso sí, hay que venir a pasar unas buenas vacaciones si quieres verlo todo. Hoy os desvelamos nuetra recomendación desde el terreno de los mejores destinos para conocer Galicia con niños.

1. Un Museo. En Galicia hay muchísimos museos estupendos para ver con niños. Pero si tuviera que elegir uno para ir con niños me quedaría con el MELGA (Museo Etnolúdico del Juguete), en Ponteceso. Por qué? Porque puedes ver y también tocar desde los juguetes más antiguos hasta los más modernos. Y porque su fundador, Ricardo Pérez y Verdes, suele estar allí para enseñarte a usar cada uno de sus artilugios. Los niños no querrán salir de allí. Más info aquí.

2. Una Playa. Las tenemos para todos los gustos. Pero técnicamente, la que mayor extensión tiene, es la de Carnota, unos siete kilómetros en total. Arena fina, dunas, buen equipamiento y varios ambientes. Tenemos una zona que da a mar abierto y la zona de la ría con piscinitas, rocas y recovecos. También mucha tranquilidad, pozas, y diferentes recovecos para asentarse en un entorno, eso sí, muy salvaje. Conviene llevarse lo necesario pues la civilización no está cerca. No en vano es una de nuestras playas top para ir con niños.

3. Un lugar con encanto. Si tuviera que elegir una ciudad gallega con historia y encanto para recomendar al visitante lo tendría que pensar. Pero me quedaría con Mondoñedo. Quizá no tiene tiendas de souvenirs o grandes equipamientos turísticos, precisamente por eso, me parece un destino de lo más auténtico. Su plaza de la catedral está llena de casas con soportales donde puedes encontrar tiendas de toda la vida: relojerías, pastelerías, mercerías. Mondoñedo tiene una esencia especial, tuvo una relevancia histórica increíble por lo que conserva monumentos como el Santuario dos Remedios o la Fonte Vella. También barrios de gran belleza como Os Muíños.

4. Un área recreativa. En cada municipio hay dos o tres, el problema es que buscamos una que tenga piscinas artificiales, playa fluvial, columpios para los niños, rutas de paseo, chiringuito, tumbonas, aseos, juegos como ping pong o el de la rana, barbacoas, amplio aparcamiento, etc.  En definitiva todo lo perfecto para pasar un día al aire libre. Pues todo esto lo hay en el área recreativa de Furelos en los alrededores de Melide. Todo e incluso varios toboganes para tirarse al río, como bien detallamos en nuestro artículo sobre áreas recreativa con piscina natural ¿Se puede pedir más?

5. Un monumento.  ¿Sinceramente?, pues yo me quedaría con la muralla romana de Lugo. Por su extensión, conservación y por la magia que confiere a la ciudad. Y es que esta ciudad hay que recorrerla primero recorriendo todo su contorno desde la muralla y luego callejeando para ver la catedral, descubrir sus bares de tapeo y bajar hasta las antiguas termas romanas y su parque fluvial, junto al río Miño.

6.  Una ciudad. Aquí ya se me divide un poco el corazón, porque las cuatro capitales de provincia gallegas merecen la pena, pero tendría que quedarme con A Coruña. Mis motivos no son otros que la Torre de Hércules (faro  más antiguo del mundo en funcionamiento), el Parque de San Pedro (espectaculares vistas sobre el mar y zonas de columpios, estanque, antiguas baterías militares…), el Paseo Marítimo, las playas del Orzán y Riazor o las animadas calles de los vinos repletas de terrazas y bares de tapas.

 7.  Una ruta. La vía verde de A Pontenova. Una ruta preciosa, accesible en su totalidad, que se puede caminar o hacer en bici. Un total de doce kilómetros entre A Pontenova y San Tirso de Abres, en pleno cañón del río Eo, zona que es reserva de la Biosfera. Además de la naturaleza en estado puro, puedes pasar por los túneles del tren o por un puente colgante, además de ver el centro de interpretación de la industria del hierro y la antigua central eléctrica de O Robledal.

8.  Un parque. O Pasatempo de Betanzos porque es mucho más y también esto. Es un jardín enciclopédico, un parque temático de principios de siglo, construido por dos ricos indianos, los hermanos García Naveira. Tiene unas cuevas artificiales de lo más interesantes, terrazas con vistas coronadas por un enorme león, relieves de las maravillas del mundo, un estanque, un laberinto vegetal, patos, un inmenso parque infantil y muchas zonas por las que perderse y pasear. Un lugar muy especial para ir con niños.

9.  Una iglesia. Indiscutiblemente, la catedral de Santiago. Es el monumento más visitado de Galicia y desde luego algo que merece la pena ver. No solo por su imponente arquitectura o la de sus edificios y plazas del entorno sino por el ambiente de turistas y peregrinos que se respira cualquier día del año. El botafumeiro, sus capillas absidales, la tumba del Apóstol Santiago o la plaza del Obradoiro. Santiago es además una ciudad estupenda para una escapada con niños.

10. Una cascada. En Galicia las hay de gran belleza, será por agua, pero la del Ézaro es espectacular. Un macizo de roca de 600 metros de altura con un salto de agua que impresiona. Puedes acercarte hasta su mismo pie, hay unas gradas para sentarse, o admirar las vistas desde arriba. Junto al aparcamiento hay un área recreativa con juegos para los niños y mesas para comer. Una excursión imprescindible también si vienes a Galicia.

11. Un castillo. También tenemos unos cuantos, pero por extensión, conservación y lo salvaje que puede resultar la visita yo recomendaría el de San Felipe, en Ferrol. Está poco concurrido porque la carretera de acceso es estrecha y de una sola vía de circulación. Está en la entrada de la ría de Ferrol y hasta hace relativamente poco fue un enclave decisivo de carácter militar. Hoy quedan las vacías galerías, los salones, las aulas, el bar, los almacenes, las terrazas almenadas y las azoteas. El patio y el pozo. Las viejas viviendas y oficinas llenas de árboles y maleza. Un paseo de gran belleza y muchas incógnitas. A los niños les impresionará.

12. Una isla. Por su belleza natural y equipamiento para niños la de A Toxa. Nos encantó su tranquilidad, el parque infantil de la aldea de los Grobits, en el corazón natural de la isla, y los mil rincones para perderse, miradores, playas, etc. Los bancos ubicados por el parque cuentan la historia del lugar, gracias a los mensajes grabados en ellos.

13. Un parque natural. En el corazón de A Coruña, a ambos lados del río Eume están As Fragas do Eume. Un cañón tan escarpado e inaccesible que los monjes construyeron allí un monasterio y se entregaban a la vida contemplativa. Y es que no es para menos: flora y fauna en estado puro. Silencio, solo el rumor del río y el canto de los pájaros. Puedes caminar desde el Centro de Interpretación hasta el antiguo monasterio de Caaveiro, aunque si vas con niños muy pequeños es mejor el autobús, pues son ocho kilómetros. También hay merenderos y una cantina.

14. Un faro. Es casi imposible decantarse por uno. Impresiona el de Cabo Silleiro, en Baiona. Verlo en un alto, en plena pared rocosa, pintado de rojo y blanco, rodeado de antiguos pasadizos militares, y recorrer el litoral en esta zona es toda una experiencia. El mar se siente cerca aquí, donde cada ola casi te salpica. Kilómetros de costa bastante salvaje para pasear o recorrer en bicicleta observando de cerca el inmenso oceano.

15. Un acantilado. Sin dudarlo diría el que conforma toda la playa de As Catedrais. Segundo monumento más visitado de Galicia y con razón, porque nunca habrás visto una playa igual. El agitado Cantábrico ha labrado aquí tras años de trabajo toda una arquería más propia de una catedral que de cualquier costa. A los niños les divertirá correr por su arena dura y lisa, dibujar en ella y meterse en las cuevas naturales descubriendo rincones de mar verde transparente. Una gozada y otra visita indispensable.

16. Un bosque. Pues dicen que el auténtico bosque atlántico, o lo que queda del mismo, está en O Courel, la Devesa da Rogueira. También aquí se respira paz por lo inaccesible del terreno, zona de castañas y de inviernos duros. La ruta no es para niños pequeños pero un paseo por aquí es una auténtica escuela de etnografía y naturaleza.

17. Una aldea. Piornedo, en el corazón de los Ancares lucenses, es una auténtica aldea prerromana en la qu e puedes visitar auténticas pallozas. Alguna de ellas habitada hasta hace un par de décadas. Una vivienda para humanos y animales, almacén de la cosecha y refugio en los duros inviernos al calor de una hoguera central. Es una zona muy bonita y quizá no tan turística como O Cebreiro, donde abundan las tiendas de souvenirs. Más info en La aldea prerromana de Piornedo.

18. Un río. El Sil y su cañón, puedes recorrerlo en catamarán entre un silencio absoluto, admirando las plantaciones de vid de la Ribeira Sacra y conociendo a lo lejos tantas aldeas y pueblos colgados en la falda de la montaña. Belesar, Chantada, Peares o Pantón. Tierras cada vez más despobladas pero que impresionan y merece la pena recorrer. Un bonito tour para hacer con niños. También la ruta del románico por Parada de Sil, Esgos, el pueblo de Os Peares y sin olvidar la increíble ciudad de Ourense.

19. Un obradoiro. Escuela, exposición y experiencia, las tres cosas confluyen en Buño. Esta pequeña población es famosa por su alfarería y quizá la única en la que puedes ponerte un delantal y modelar un objeto de barro en un torno manual. Exige coordinación pero tienes buenos maestros. Ellos tardan meses en aprender el oficio y años en perfeccionarlo y tú en unos minutos puedes llevarte una vasija y comprobar la dureza lo artesano, y la valía, también.

20. Un monte. Por rematar Galicia y por su altitud y maravillosas vistas, el de Santa Tegra. Un monte de 341 metros de altitud donde se encontraron en 1913 una serie de estructuras típicas de castro o asentamiento primitivo amurallado y donde vivieron miles de personas. Las vistas son impresionantes entre Galicia y Portugal, kilómetros de costa bajo tus pies y el inmenso océano.

por Carmen Delia Díaz, julio 7, 2015
  • 2

Carmen Delia Díaz

2 Comments
  • Bares y más Lugares
    junio 25, 2017

    Estupenda elección!
    Creo que lo tienes un poco difícil con tanta belleza en Galicia!
    Pero siempre puedes hacer otro post… Para plasmar más lugares bonitos disfrute de niños y adultos.
    Me gusta tu blog. Saludos

    • Carmen Delia Díaz
      junio 26, 2017

      Muchas gracias, la verdad es que el tuyo también aporta mucha información importante y suelo seguirlo. En realidad nuestros planes también valen casi en su totalidad para «niños grandes» Un abrazo!

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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural
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