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en Europa, Italia

Descubriendo la Edad Media en Venecia, con niños

  • septiembre 1, 2012
  • por Carmen Delia Díaz
  • 2 Comentarios
Descubriendo la Edad Media en Venecia, con niños

Venecia no es Eurodisney ni Port Aventura, pero si ya has abandonado los carritos y quieres «cansar» a los niños es una opción muy educativa para una escapada veraniega. Lo de los carritos es importante porque está llena de escaleras. Sus calles medievales, sus puentes y sus 177 canales pueden ser muy sorprendentes para niños ya habituados a caminar.

La ciudad puede verse en dos o tres días, organizando los recorridos por zonas o temas que puedan interesarles más. Lo ideal es evitar las zonas masificadas turísticamente como la Plaza de San Marcos y sus alrededores, porque pasar la mañana en una cola para visitar la catedral al final no sale muy rentable. Esta zona se puede ver más tranquilamente a primera hora de la mañana o al anochecer.

Como cualquier ciudad turística Venecia es barata para comer o cenar si se tienen en cuenta varios aspectos. La comida italiana, que suele encantar a los niños, no es cara, pero los restaurantes lo saben y cargan las tintas en la bebida o el postre, especialmente en lo que toman los turistas extranjeros como cerveza o bebidas carbonatadas. Hay otros productos como los zumos, y para los adultos el spritz o el vino de la casa, que son mucho más económicos. También se puede tomar el postre comprando un helado en un puesto callejero por 1 euro, frente a los 7 que puedes llegar a pagar en un restaurante.

Parques infantiles en Venecia

Es especialmente bonita y poco masificada la zona del Arsenale, donde se puede ver el Museo Storico Navale, y los Giardini della Biennale, entrando por Viale Garibaldi. En Venecia no hay muchos parques, porque no hay sitio, así que los pocos niños que residen en la isla cuentan con Parco Savorgnan, que tiene una zona de columpios, cerca de la estación de trenes y Piazzale Roma o corren o andan en bicicleta por Campo San Polo o Campo Santa Margherita. En el distrito de Castello también está la pradera arbolada de Sant´Elena.

Algún trayecto en vaporetto por el gran canal o una travesía a las islas, para ver por ejemplo cómo se fabrica el cristal de Murano, puede ser también un buen plan. Pero en Venecia hay museos para todos los gustos. El Peggy Guggenheim, de arte contemporáneo, puede resultar ameno para ellos, ya que no es muy amplio y es bastante variado. Los domingos tiene talleres infantiles en varios idiomas previa reserva como puedes ver en Museo Guggenheim

Para los apasionados de los dinosaurios, en el Museo de Storia Naturale, en el distrito de Santa Croce, se puede ver un esqueleto de 3,6 metros de alto y 7 de largo. Además, se pueden visitar muchas iglesias que están abiertas al público, darse un paseo por el antiguo gueto judío en el barrio de Cananaregio, donde entre unos cuantos turistas puedes cruzarte a dos o tres judíos vestidos al uso.

Lo más sorprendente de Venecia puede resultar la convivencia de la gente con los canales, aunque todas las casas con salida al canal tienen algún acceso por tierra. Sus calles son auténticos laberintos, no es fácil orientarse, pero perderse es también una opción válida ya que es una ciudad muy segura y no muy extensa.

En verano hace bastante calor y hay muchos mosquitos. Además de un repelente de insectos debes llevar gorro y una crema para el sol. Aunque a partir de mediodía es fácil caminar por la sombra ya que las calles son muy estrechas.

La ciudad tiene muchas tiendas de artesanía y suvenires. Lo que más predomina son las famosas máscaras y el cristal de Murano o veneciano. Pero también hay muchas librerías y tiendas pequeñas con productos sorprendentes para los más pequeños, como la Lanterna mágica, junto a la Iglesia de San Barnaba; en la misma plaza también hay una pequeña tienda de maquetas y colgantes de madera muy curiosa.

Si buscas algún juguete para comprar o para llevar de regalo casi todos los estancos tienen una parte con juguetes, desde los más tradicionales de madera hasta alguna cacharrería de plástico tipo cadena cien, pasando claro está por las miniaturas de Ferrari.

Palacios y museos en Venecia

Para evitar el calor veraniego diurno se pueden pasar las peores horas viendo museos o visitando algún palacio. De noche se aprovecha bien para callejear, la ciudad está bien iluminada y tiene algo mágico a la luz de los faroles. Además, la temperatura baja considerablemente. Es muy agradable el distrito de Dorsoduro, especialmente un paseo por los Zattere hasta la Punta della Dogana. Tenga la precaución de no tocar la estatua del niño, le llamarán la atención.

Una buena opción de palacio es Ca Rezzonico, que pertenece a la Red de Museos de Venecia y merece la pena visitarlo. Además de ver cómo era una casa barroca de una familia acomodada, con sus pinturas murales y sus muebles de época, incluyendo una habitación con vestidor y cuna o las vajillas y cuberterías. La planta superior tiene una pinacoteca tan interesante como extensa, hay que ir con tiempo y tener ciertos conocimientos de pintura y de italiano, inglés o francés, ya que la visita guiada la cobran aparte de la entrada y los folletos también. En cada sala hay un papel plastificado que sólo está en los idiomas anteriormente referidos que debes leer y devolver. Curioso procedimiento, y ecológico, desde luego.

Verona y Vicenza

Una vez agotado Venecia se puede hacer una escapada a ciudades cercanas como Verona, Vicenza o Padua. En apenas una hora de coche, media o un cuarto, respectivamente, podrás visitar otra ciudad preciosa.

Alquilar un coche es la opción más rentable, sobre todo para una familia, ya que el tren es carísimo y el autobús también. Verona tiene rincones memorables, como el balcón de Casa de Giulietta, la heroína Shakespeariana, donde los turistas se pegan por poner un candado o pegar un chicle en el pasadizo, algo poco educativo desde luego, pero vistoso.

Y Vicenza es especialmente auténtica porque es menos turística y muy tranquila. Se puede recorrer andando o en bicicleta. Eso sí, los horarios son bastante reducidos, tanto de las oficinas de información turística como de cualquier museo o tienda, pero esto es algo general en Italia, incluso en verano.

A los niños, esta zona les parecerá un auténtico viaje a través del tiempo. Venecia merece la pena y las ciudades y pueblos de su región, también.

por Carmen Delia Díaz, septiembre 1, 2012
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Carmen Delia Díaz

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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural
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