Descubriendo el legado de Man en Camelle, con niños
Seguro que recordáis la historia de Manfred, el alemán que llegó a la localidad de Camelle, en la Costa da Morte, de visita y allí se quedó para siempre. Vivía como un ermitaño, solo vestido con un taparrabos y dedicando todo su tiempo a la creación artística. Esculturas en roca, moldeado de botellas de plástico recogidas del mar, pintura, escritura, etc. Murió poco después de la catástrofe medioambiental del Prestige, hay quien dice que no pudo soportar el dolor que le produjo ver el chapapote sobre sus esculturas.
Se accede por la autopista a Carballo, tomando luego la salida dirección Vimianzo. Una vez aquí, hay que ir hasta Ponte do Porto, y luego por la Estrada de Camelle hasta el pueblo. Está en una ensenada tranquila y muy resguardada. Nada más entrar en el pueblo encontrarás una señalización hacia el Museo de Man, en el mismo puerto.
Puedes aparcar por la zona. La entrada es gratuita y en el centro verás recreaciones en 3D de sus esculturas sobre las rocas, muchas de ellas han sido dañadas por los temporales y ya no pueden verse más que aquí. Algunas pinturas, su material de trabajo: pasteles, pintura, lápices, rotuladores, etc. Sus cuadernos personales, miles de libretas numeradas escritas y dibujadas de su propia mano, que encontraron a su muerte en su vivienda. Retazos de su historia, e incluso sus libros con dibujos y anotaciones encima.
En Camelle todo el mundo recuerda con cariño la figura de Man. Y desde luego hoy es un auténtico emblema del pueblo que atrae a muchos turistas. Si continúas caminando un kilómetro desde el Museo podrás ver sus esculturas sobre la roca. Se ven desde el paseo marítimo e impresionan. A los niños les llamará la atención cómo aquel artista alemán dibujaba sobre sus libretas o apilaba las piedas formando figuras que recuerdan un poco a Gaudí.
Cerca del museo, hay un pequeño parque infantil donde puedes aprovechar para que los peques corran un poco. También hay varios sitios en el pueblo donde comer o tomar algo. El mar de Camelle por la parte exterior es bravo y puedes verlo saltar sobre las rocas. La parte de la ría es muy tranquila y caminar por el paseo marítimo hacia el interior es también una opción muy agradable.
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Carmen Delia Díaz
, 28 de septiembre de 2015
Carmen Delia Díaz
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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural