De ruta por O Ribeiro y Cea
Un elemento vertebra esta comarca que recibe como geodestino turístico el nombre de O Ribeiro-Carballiño e integra un total de 21 municipios. Se trata de lo gastronómico, donde además de pulpo o pimientos de Arnoia encontramos dos alimentos con calidad y características reguladas. ¿Te vienes de ruta por O Ribeiro y Cea?
Con motivo del cuarto y último Xantar de Vagar, organizado por Slow Food Compostela, tuvimos la oportunidad de participar en un recorrido por las zonas de origen de dos pilares gastronómicos del entorno de O Ribeiro. El vino que se cultiva y embotella en esta zona se integra en la Denominación de Origen más antigua de Galicia, y el pan de Cea, con Indicación Xeográfica Protexida, fue pionero en la certificación de este alimento a nivel europeo.
Gastronomía km 0
La jornada comenzó en Allariz con un almuerzo destinado a conocer y poner en valor, también por su componente turístico, alimentos como el queso San Simón Da Costa, los grelos de Galicia, la ternera gallega o patatas de la denominación «Agria». Todo ello regado con vino de O Ribeiro.
Esta iniciativa, que nos ha llevado por las cuatro provincias gallegas, está integrada en la campaña Come Local que la asociación Slow Food Compostela lleva a cabo con la Axencia Galega de Calidade Alimentaria (AGACAL). Este último xantar se celebró en el hotel Oca Vila de Allariz.
El primer pan certificado de Europa
El pan de Cea y su indicación geográfica protegida, obtenida en 2004, y bajo la que hoy se integran una veintena de elaboradores de pan. Sus orígenes están vinculados al foco monacal de la zona, el monasterio de Oseira, del que ya os hemos hablado aquí.
La tradición panadera en esta zona está documentada desde la Edad Media, y hoy en día cada uno de sus hornos están señalizados, así que no dejéis de parar en alguno de ellos y comprar pan si estáis de ruta por el municipio de San Cristovo de Cea.
Los característicos bollos de pan de esta indicación geográfica, que recoge el saber de generaciones y generaciones de panaderos, están elaborados con harina de trigo autóctono en gran medida, y llevan un corte en la mitad según la cual sus elaboradores distinguen la autoría del panadero.
Hasta 1 hora de amasado, 2 de cocción y 1 cm de grosor recubriendo una miga blanca y esponjosa. Sus productores aseguran que la antigüedad de la masa madre se hunde tiempo atrás, pues estos hornos no cesan de producir pan desde las 2 de la mañana hasta el mediodía, laborables y festivos sin descanso.
La Ruta del Vino de O Ribeiro
Entendido el proceso de producción del pan, nos dirigimos a O Ribeiro para visitar dos puntos concretos de su ruta por las bodegas y viñedos de la zona. Los valles del Miño, Avia y Arnoia, en torno a Ribadavia, conforman un conglomerado de laderas que producen vino desde la antigüedad.
Esta denominación de origen es la más antigua de Galicia, y presume de una historia que se remonta hasta los romanos, y de la que se conservan fuentes documentales desde el siglo XII. Los monasterios de Oseira y Melón, además de Celanova, San Martín Pinario y las catedrales de Lugo, Ourense y Santiago, tuvieron su protagonismo en la tradición de la viticultura de esta zona.
Treixadura, Albariño, godello, Lado, Loureira, Torrontés o Caíño Blanco, en uvas blancas; o Brancellao, Sousón, Mencía, Ferrón, Caíño Longo, Tinto y Bravo, como variedades tintas, son las variedades cultivadas en la zona. Pero su secreto mejor guardado es el vino tostado, característico de este territorio, y que está siendo recuperado por bodegas que están apostando por mantener esa tradición como Celme.
Sus propietarios, Jorge y Dori, nos suben hasta el mirador de Pena Bicada para que veamos las recortadas terrazas de la ribera donde nacen estos vinos que extendieron su fama por el Camino de Santiago y llegaron a América en tiempos de Colón.
Seguimos por tierras de Castrelo de Miño, a orillas del encoro, para conocer el proyecto enológico de Pousadoiro. Y es que todos estos vinos tienen una historia detrás, y un empeño familiar por sacar adelante cada cosecha, y mejorar cada producto año tras año.
Estos productores presumen de una viña con 47 años de antigüedad. Y elaboran vino que es madurado en ánforas de barro, produciendo unos 10.000 litros al año. Además de ser artífices de este pedacito de Ourense que se vende por Europa adelante, nos explican que la tradición de las bodegas de la zona era residir sobre el propio lugar de trabajo, por lo que podemos encontrar bonitas construcciones de piedra recuperadas por la zona.
Encuentros anteriores
Por
Carmen Delia Díaz
, 17 de diciembre de 2020
Carmen Delia Díaz
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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural
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