Una de las sendas más bellas que podemos encontrar por la Ribeira Sacra es esta de la que os hablamos hoy, la ruta de los viñedos de Belesar. Bosque autóctono, patrimonio y mucho río Miño en un recorrido que podéis hacer a lo largo de unas dos horas de recorrido a pie.
Ya os habíamos hablado aquí en diferentes ocasiones de Belesar, ese pintoresco pueblo a orillas del río Miño, en plena Ribeira Sacra, donde encontramos viticultura en terrazas, algunas bodegas, laderas de frutales, iglesias de la ruta del románico y el escenario de uno de los catamaranes que parte justo de su club náutico.
Pues bien, partiendo de aquí o bien del final de la ruta, en A Veiga, podemos hacer estos 4,6 kilómetros de recorrido por el Concello de Chantada, recorriendo antiguas tierras de labranza plantadas de viñedo y entre vegetación autóctona, casas abandonadas, cruceiros, cascadas, embarcaderos y bonitos rincones en torno al río Miño.
Lo más recomendable es tratar de dejar el coche en Belesar, en las inmediaciones del embarcadero de donde sale el catamarán, concello de O Saviñao. Para ello dejaremos la vía rápida Monforte – Chantada en las inmediaciones del puente, tomando el desvío señalizado. La carretera es muy bonita hasta llegar al pueblo de Belesar.
Una vez en este punto, donde también está el Bar Belesar, debemos cruzar el puente de barandillas amarillas hacia la orilla chantadina, y tomar a la izquierda, siguiendo la barandilla de madera que nos guía buena parte del camino y las marcas de senderismo esta PR-G 183 Viñedos de Belesar.
Enseguida atravesaremos viñedos, cultivados en terrazas, que están integrados buena parte de ellos en la denominación de origen Ribeira Sacra, subzona Chantada. Esta es la orilla menos expuesta al sol, donde predominan las bodegas excavadas contra la roca, y la contraria es más soleada, también plagada de viñedos.
Entre viñedo y viñedo atravesamos bosques de vegetación autóctona, roble y castaño principalmente, e iremos pasando por las inmediaciones de Guxeva, A Eirexe, O Reguengo, Pousadoiro y Pincelo, y Souto. En algunos momentos, escucharemos tocar las campanas de la iglesia de Nogueira de Miño, ubicada un poco más arriba e integrada en la ruta del románico de la Ribeira Sacra.
La ruta de los viñedos de Belesar pasa el embarcadero de Pincelo, el puente de Portotide, y continúa hasta la aldea de A Veiga, haciéndose cada vez más intrincado, para llegar casi al inicio del meandro llamado Cabo do Mundo.
Aunque no llega a ser problemática, arranca como una senda y se cierra en un camino cada vez más estrecho, teniendo que sortear algunos peñascos o subir por escalones, o transitar por las losas de antiguos caminos de carro. Por ello, recomendamos siempre calzado adecuado y una mochila con móvil, agua y ropa de abrigo o lluvia.
Este paseo es compatible, calculando los tiempos correctamente, con hacer el catamarán del Miño, pues hay varios puntos del recorrido donde se puede tomar la embarcación para una ruta, bien regular o bien privada. El mapa y folleto de la ruta podéis verlo en la web del Concello de Chantada. Y si queréis más info de estas rutas en barco consultad nuestro post sobre la Ribeira Sacra en Catamarán.
Si queréis visitar alguna bodega, en este lado del Miño encontraréis Vía Romana, una de las más celebres, y a pocos kilómetros en coche, Abadía da Cova, con un wine bar que funciona en los meses de verano.
Podéis comer en el restaurante Adega da Veiga, en la Praia da Cova, junto al arenal del mismo nombre; en el restaurante A Cova, ubicado montaña arriba, o en Torre Vilariño, en O Saviñao. Los tres primeros sitios tienen una vista impresionante, y el último tiene un jardín con cancha para los más pequeños y es también casa rural.
Si os gusta el románico, en los alrededores de esta ruta de los viñedos de Belesar, os recomendamos acercaros a ver Nogueira de Miño, Santo Estevo de Ribas de Miño, o San Paio de Diomondi, entre otros puntos que podéis ver en la ruta del Románico de la Ribeira Sacra.
Y si queréis ver algún museo, es fantástico el Pazo de Arxeriz, donde entender a la perfección la estructura de los Cañones de la Ribeira Sacra, y la historia de los pueblos que quedaron bajo el Miño, además de fotografiaros en el Mirador de Cabo do Mundo II, que tiene una vista espectacular.