De paseo por la etnografía en Casa do Patrón, con niños

Uno de los lugares que nos cautivaron en nuestra última incursión por la comarca del Deza fue el completísimo museo etnográfico Casa do Patrón. Está en Doade (Lalín) y consta de varias salas donde una familia de la zona comenzó a recopilar objetos tradicionales gallegos hasta llegar a unas unos 4.500. Un espacio que incluye museo, restaurante, área recreativa y muchas actividades.
El museo Casa do Patrón está bien señalizado desde el centro urbano de Lalín. Al llegar hay un pequeño aparcamiento y puedes llamar a alguna de las casas para que te abran el museo, salvo que hayas concertado visita. El fin de semana te lo mostrarán sin problema. El coste de la entrada es de 2 euros, los niños también pagan y la misma cantidad que los adultos.
El conjunto cuenta con 3 edificios y 13 salas de exposición y reúne objetos de los últimos tres siglos habituales en la cultura gallega. Comenzamos la visita por la tradicional lareira, o cocina con chimenea, donde se hacía la mayor parte de la vida en el rural gallego. Objetos de cocina, vajillas, herramientas, etc. Después la zona de dormitorios, donde puedes ver una habitación auténtica, varios tipos de cama con colchones de hojas de maíz, de lana y somieres de lo más tradicional. Los típicos lavabos y jofainas, cunas, sábanas y ropa de dormir de lino.
En otra zona pudimos ver una antigua cantina, con su medidor de aceite a granel, una cafetera de vapor y las tradicionales botellas de gaseosa, envases de membrillo y otros alimentos típicos en las tiendas de principios del siglo XX. Nos gustó mucho también la sección de cómo se hacía la ropa. El proceso abarca desde la recolección del lino hasta su tratamiento para conseguir ovillos de hilo y los telares para tejer prendas como sábanas, ropa interior, lencería variada, etc.
El museo sigue con la escuela, con sus pupitres de madera y los tinteros y plumines, candiles, máquinas de fotos y video, instrumentos musicales, todo tipo de herramientas agrícolas de gran antigüedad y hasta una máscara de las que se usaban en los días de fiesta, que data de unos cuantos siglos atrás.
Si has concertado la visita o reservado pueden prepararte allí un menú tradicional, cocido, capón, bacalao o postres caseros. Lo sirven en un comedor acondicionado para grupos con la vajilla de barro. Y otra cosa interesante es que en determinadas épocas del año organizan actividades tradicionales con talleres para pequeños o mayores como la malla, hilado y tejido del lino, rutas para conocer la flora y fauna del entorno, etc.
Muy cerca hay un castro que están excavado y del que han ido recopilando también restos que están ya expuestos en una zona del museo. Están muy ilusionados con este proyecto, y en él ya han encontrado una vivienda tradicional y un recipiente entero que data de los primeros siglos de nuestra era. A pocos metros hay un merendero junto al molino y el río, con columpios y una zona para que puedan comer de pícnic los grupos escolares o visitas. La cámara de fotos la puedes dejar en el coche porque no está permitido hacer fotografías.
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Carmen Delia Díaz
, 16 de diciembre de 2016
Carmen Delia Díaz
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Carmen Delia Díaz
Filóloga, periodista y guía turística oficial de Galicia, especializada en comunicación empresarial, recursos turísticos y turismo familiar y cultural