Empezar comiendo junto a la playa, conocer un lugar de peregrinación y recreo milenario y acabar observando aves en la ría de Pontedeume o con un rato de juegos. Paseo, ruta, comida campestre o día de juegos en la playa, lo que se tercie. La costa de Galicia muy cerca de As Fragas do Eume nos ofrece estas y mil posibilidades. Hoy os contamos una ruta que podéis hacer en coche descubriendo algunos rincones apasionantes de la playa de Ber a Pontedeume con niños.
Ber es un rincón de veraneo que en invierno parece casi un lugar fantasma. Apartamentos y adosados con vistas al mar y supermercados cerrados a cal y canto. Solo el camping y su restaurante, A Marola, resisten a las inclemencias del tiempo. Lo descubrimos el otro día huyendo de la lluvia y no defrauda. Comida casera a buen precio y una atención excelente, así que os lo recomendamos.
Después si el tiempo lo permite no dejes de dar un paseo por la playa de Ber, un pequeño arenal de cerca de 300 m de largo con accesos y un amplio aparcamiento. Está en la parroquia de Boebre, un rincón con nombre de origen celta y donde hubo algún asentamiento castreño. Sus aguas son bastante tranquilas y enfrente podemos ver Ares y Mera. En el entorno hay varias calas de lo más salvaje como Paredes, Coído o A Insua, mirando a Illa Carboeira, ya cerca de Perbes.
Dejando la costa no dejes de subir hasta San Miguel de Breamo, un lugar al que por tradición popular se peregrina dos veces al año, el 29 de septiembre y el 8 de mayo. En este monte a unos 300 metros de altura sobre el nivel del mar hubo un priorato de canónigos del que nos queda un bello ejemplar de románico, de la segunda mitad del siglo XII, con altas naves abovedadas y un exterior sobrio. Canecillos, rosetón, contrafuertes y una inscripción en la fachada: 1187. La tradición manda dar vueltas al templo para pedir favores, y en el entorno hay campo para todos, mesas de merendero y bonitas vistas sobre Pontedeume y su ría.
No muy lejos, en el lugar de Castrelo, hay restos de un antiguo castro de la Edad del Hierro. En la zona se encontró un torque de oro, de los siglos II-I a.C. que se conserva en el Museo Provincial de Lugo. Podemos investigar un poco más sobre este lugar en la web de Patrimonio Galego.
Y si queréis un rato de columpios, un bello paseo y un mirador excelente para observación de aves no dejéis de bajar a Pontedeume, aparcar por la Avda. de Ricardo Sánchez y salir a recorrer el paseo marítimo que va desde la glorieta del hotel Eumesa hasta la Cantina del Río Covés, de la que ya os hemos hablado aquí y es otro de nuestros restaurantes de cabecera en la zona. Algo más de 1 km que puedes hacer con bicis, carritos, patinetes, etc. Verás bonitos rincones en la ría, una casa en un árbol, y muchas especies de aves marinas.
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El parque infantil que había bajo la arboleda ya no está, pero han puesto uno nuevo muy cerca que os dará un buen rato de juegos en un rincón más soleado del paseo. Por la zona también podéis ver el Torreón de Andrade, en Pontedeume, un museo visitable con unas cuantas curiosidades, y el Castillo de Andrade, muy cerca, con una miniruta que os hemos contado aquí y que abre en Semana Santa y verano.
Pontedeume marina, monumental y salvaje con niños
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