¿No os fascinan las cuevas? Hoy nos ha dado por recopilar cuevas para visitar por el noroeste peninsular, así que nos hemos puesto manos a la obra para recopilar todas las que tenemos por Galicia o una escapada corta desde este territorio.
Todos llevamos un pequeño explorador dentro y ansiamos ver esas cápsulas del tiempo que son estas oquedades formadas por la naturaleza. El mar, los ríos o incluso la mano del hombre están detrás de estas fascinantes galerías subterráneas.
De niña me encantaba meterme a investigar las cuevas que hay en la playa de las catedrales, cuando era una playa no un recurso turístico de masas, pero también por el norte de Asturias donde en muchas playas, como Penarronda o Serantes, podemos encontrarlas. También en pueblos tan turísticos como Cudillero o Tapia de Casariego encontramos cuevas. En el primer caso para acceder del puerto al pueblo en una especie de pasadizo, y en el segundo en el entorno del puerto pesquero. La erosión del mar por el Cantábrico fue horadando la costa rocosa y abriendo cavidades como las que vemos en playas tan sorprendentes como Gulpiyuri, una playa marina interior a metros de la costa.
Un poco más al este, en Ribadesella encontramos algunos de los conjuntos que son absolutamente fascinantes como el pueblo de Cuevas, al que se accede a través de la Cuevona, o un conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad con otras 17, repartidas también por Cantabria y País Vasco. Hablamos en este caso de la Cueva de Tito Bustillo, de la que podéis ver su Centro de Interpretación que reproduce algunos de sus lugares más interesantes con pinturas rupestres, y que fue descubierta en el año 1968 por un grupo de jóvenes espeleólogos.
Otras de las cuevas que se pueden recorrer en familia y con un paseo guiado son las de Andía, en el Parque Histórico del Navia. Os hemos contado la experiencia también en el blog, en Asturias con niños: las cuevas de Andía.
Siguiendo hacia Cantabria, encontramos cuevas archiconocidas como Altamira, también con una historia fascinante. Todos recordamos esas pinturas de bisontes de color rojo y marrón en alguna imagen de nuestro libro de texto. Lo cierto es que nosotros hemos tardado bastante en conocer este lugar, al que podéis aproximaros viendo la película de Antonio Banderas, Altamira (2016), donde se narra la historia de su descubrimiento allá por 1879. Actualmente podemos visitar la Neocueva, una reproducción exacta de sus galerías más interesantes y un centro de interpretación donde conocer sus características y su historia.
Otro de los puntales en materia de cuevas para visitar por el noroeste peninsular son las del Soplao, que además están bien puestas en valor con su museo, el tren minero y un restaurante. Se abrieron en 2005 para visitas turísticas y son absolutamente impresionantes, con una visita guiada muy chula para hacer con niños y que os hemos ya recomendado desde aquí.
En el marco incomparable de Las Médulas, en Castilla y León, encontramos también un paisaje lleno de cuevas, en este caso artificiales, en un terreno modificado por las labores de minería llevados a cabo por el Imperio Romano en su incursión por la zona.
Allá por el siglo I a.C se cree que los romanos empezaron a proyectar sus actividades mineras por la zona del Bierzo. El procedimiento de ruina montium era la técnica utilizada para canalizar el agua e ir rompiendo un territorio de característica tierra rojiza, del que Plinio El Viejo cuenta que se extraían 20.000 libras de oro al año.
Uno de sus puntos más interesantes es el mirador de Orellán, una galería visitable con un mirador fascinante al final de su recorrido. También, si abordáis este monumento natural, declarado Patrimonio de la Humanidad, desde el Centro de Recepción de Visitantes, podréis entrar en La Cuevona o La Encantada, dos cavidades de gran belleza e interés.
Tenemos diferentes cuevas para visitar por el noroeste peninsular, concretamente ya en territorio gallego, que también resultan de interés, aunque no están musealizadas como en otros puntos.
En primer lugar habría que hablar de la Cova de Eirós, en Triacastela, un yacimiento aún en excavación del que encontramos campañas recientes de trabajo y en el que hay proyectado un centro de interpretación. La peculiaridad principal de este lugar es que permite recoger testimonios de un periodo amplio de la prehistoria en Galicia en diferentes momentos, el paleolítico medio al superior, con presencia de pinturas y grabados de gran valor histórico.
Otra cueva visitable en determinados momentos del año y con guía es la Cova do Rei Cintolo, en Mondoñedo. No es recomendable para ir con niños pequeños, pero resulta fascinante por sus más de 6 kilómetros explorados, refugio de murciélagos y colonias de invertebrados.
En Pobra de Brollón, podemos encontrar también la Cova das Choias, un refugio que destaca además de de por estos mamíferos voladores por su musgo luminiscente. Se enmarca en un bosque de vegetación autóctona y a ella llegamos tras una ruta corta de gran interés. Hay que recordar que solo se puede acceder con guía en temporada pues está protegida por su valor natural.
Y si hablamos de cuevas para visitar por el noroeste no podemos dejar de mencionar también dos lugares del entorno del Geoparque Montañas do Courel, reconocido también por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Nos referimos al túnel de Montefurado, que podemos ver desde dos rutas que os hemos contado ya por aquí, y las minas de O medo en Margaride de Lor, también en Quiroga y en ambos casos derivadas de la minería romana.
