Los pazos albergan mil secretos vinculados a cómo era la vida en Galicia unos cuantos siglos atrás. Muchos de estos «palacios» que habitaba la nobleza siguen en manos privadas, pero afortunadamente hay unos cuantos que podemos visitar y recorrer con niños. La parte más sorprendente suelen ser los jardines y zonas exteriores, pero también hay rincones del interior curiosos, y sobre todo una historia apasionante detrás de cada uno de estos monumentos civiles. Hoy nos vamos de ruta por cinco pazos gallegos para ir con niños.
Bautizado como Espacio Liñares es un antiguo pazo al que se ha dado un contenido de lo más interesante. Además de poder visitar las estancias interiores del edificio alberga un museo de títeres tradicionales de diferentes tipologías y materiales. Máscaras, guiñoles, carteles, marionetas y escenarios de barraca o teatro.
El pazo es del siglo XVII y perteneció a la familia de Joaquín Loriga Taboada, el piloto que realizó el primer vuelo en el autogiro de Juan de la Cierva. En el exterior se puede ver la capilla, la fuente y los jardines. Hay varias pinturas de Pistolas, el antiguo perro de la familia Taboada.
Pazo de Oca (A Estrada)Uno de los grandes pazos gallegos y uno de los más visitados de Galicia. El interior se visita el fin de semana previa reserva y pertenece a la Fundación Medinaceli. Pero lo realmente fascinante de este pazo son los jardines, sobre todo si vas con niños. Laberintos vegetales y figuras de cuentos infantiles como Alicia en el País de las Maravillas talladas en los propios setos y arbustos.
El acceso no es económico pero los menores de 9 años no pagan. El invernadero, la era, el lavadero, el pozo, la fuente, el estanque, el molino y multitud de especies de árboles y plantas. Un enorme terreno en el que puedes echar unas dos horas si no quieres perderte ningún rincón.
En la desembocadura del río Mandeo, además de las marismas y multitud de aves encontramos otra de las joyas de la arquitectura civil gallega. Un palacio del siglo XVIII, pero con orígenes en el XV, también denominado Pazo de Láncara. Su último propietario, Gerardo Bermúdez de Castro, lo donó a la Diputación, y se usa esporádicamente para eventos aunque también puede visitarse de forma gratuita con visitas guiadas.
El interior está acondicionado como residencia real, aunque nunca se ha usado para este fin, en los recorridos se prohiben las fotos y se requieren móviles en silencio. La visita incluye una importante pinacoteca. Los jardines ya nos permiten mayor esparcimiento para una visita con niños, mirtos al estilo francés con geometrías, eucaliptos de los primeros que llegaron a galicia o su espectacular escalinata al patio de armas.
Torres do Allo (Zas)Con orígenes en el siglo XVI y un nombre procedente de sus características torres, y promovido por Alonso Gomes de Rioboo e Villardefrancos. Este edificio se ha puesto en valor albergando un museo etnográfico con interesante contenido también para los más pequeños.
Se visita por dentro y por fuera de forma gratuita los fines de semana en invierno y por la semana en verano. También alberga una sala de exposiciones e interesante material audivisual que nos da mucha información sobre cómo era la vida cotidiana algunos siglos atrás.
Un espacio que también ha cobrado contenido en el inigualable entorno de la Ribeira Sacra. La carretera de acceso llena de plantas aromáticas, el mirador sobre el meandro del Miño conocido como O Cabo do Mundo, o el interesante museo que alberga, no sabríamos cuál de las cosas que allí se pueden ver nos gusta más.
Se puede visitar de forma libre o en recorrido guiado. Tiene varias salas que dan testimonio de los barqueros de pasaje en el río, cómo era la Ribeira Sacra antes de los embalses, o la actividad de viticultura que impera en la zona. Pero también se visita el castro de la Edad de Hierro que hay en sus jardines.
Pazo de Tor (Monforte de Lemos)
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