Si algo tiene de bonito el invierno en la costa es el espectáculo del mar rompiendo sobre las rocas o en la playa. Siguiendo las indicaciones y con precaución, podemos contemplar las olas en diferentes puntos de la Costa da Morte. Te proponemos ocho escapadas para ver el mar con niños.
El litoral más bravo de la provincia coruñesa recibe el nombre de Costa Da Morte, precisamente por las historias de naufragios que se han documentado en esta zona. Desde Caión hasta Muros tenemos una costa con puntos quizá desconocidos para muchos y que merece la pena recorrer con peques para aprender unas cuantas cosas sobre la historia y la naturaleza gallega.
Un pueblo en un saliente de tierra hacia el mar, a pocos kilómetros de A Coruña. Bellísimo desde lo alto y muy interesante para recorrer cada una de sus calles y rincones. A un lado del pueblo la playa, de arena fina y dotada de todos los servicios, al otro lado el puerto pesquero y las calles del barrio de pescadores y los bares de tapeo. Por todo el litoral, el paseo marítimo y sus vistas sobre el acantilado. Si visitas Caión te llenarás de mar para una buena temporada. Si sigues por la costa verás el espacio natural de Razo-Baldaio, del que ya hemos hablado aquí y una de las estampas más salvajes de esta costa.
Esta punta te permite acercarte en coche al faro y ver su entorno. Tiene una rampa accesible hasta el mismo edificio del faro, desde allí puedes contemplar las vistas y con precaución dejar que los peques caminen un poco por las rocas cercanas a la carretera. Muy cerca, el pueblo marinero de Laxe te dejará prendado. Recorrer su paseo marítimo, las pasarelas a la playa desde las que ver las dunas, y jugar en el parque infantil. Comer en alguno de los locales de hostelería de la zona, o llevar bocatas y aprovechar los merenderos de camino al faro de Laxe. Y por supuesto sin olvidar una visita al Espacio Natural de Traba. Una escapada marina muy recomendable de la que te contamos más detalles aquí.
Camelle y Camariñas, por Cabo VilánLa pequeña localidad de Camelle es conocida por el museo del alemán Man y sus construcciones sobre la roca. Pero también tiene un precioso paseo marítimo, con estampas muy bellas en todo el entorno de la ría. Además del Museo, puedes acercarte a ver cómo rompen las olas a la punta del espigón, si el estado del mar lo permite. Muy cerca, el faro de Cabo Vilán es visitable y a los peques les encantará recorrerlo. También el pueblo de Camariñas con su bonito puerto pesquero y sus tradicionales tiendas de encaje.
En esta estrecha península se terminaba Galicia y hasta allí van aún miles de peregrinos para contemplar las vistas. El atardecer el faro enmudece allí a los visitantes que los contemplan como si de un museo se tratara. A los peques les encantará dejar el coche cerca y caminar hasta el edificio para ver los acantilados y el mar. Hay tiendas de souvenirs, aseos y algún local de hostelería. El pueblo de Fisterra es también una visita recomendada así como su castillo, que se puede visitar. Hay muchos merenderos por la zona y también una magnífica gastronomía que te recomiendo que pruebes. Más info.
La cascada de Ézaro y CarnotaEl Monte Pindo y sus vistas sobre el océano son el mirador por excelencia de esta zona donde además podrás ver en invierno la salvaje cascada de Ézaro. Toda la costa está integrada en la Red Natura 2000 y es un entorno natural maravilloso para ir con niños. De camino a la cascada verás la oficina de turismo, y una amplia zona recreativa con merendero, pistas deportivas y parque infantil. Esta excursión, de la que hemos hablado aquí, merece también una visita a Carnota, zona famosa por sus alargadísimos hórreos y su espectacular playa, de 7 kilómetros de largo. El parque infantil junto al puerto te permite admirar sus vistas mientras los peques juegan.
