Si te gusta el turismo tranquilo, de conocer pequeños pueblos en plan familiar apúntate éste: Cedeira. Está al norte de la provincia de A Coruña, a 100 kilómetros de A Coruña. Se accede por la carretera de Ortigueira, que es maravillosa. Hasta Ferrol hay autopista y es casi la mitad del camino. Playas, paseo, buena gastronomía y mucho que ver en el casco urbano o los alrededores.
El pueblo se sitúa entre la ría formada por la desembocadura del Condomiñas, Das Mestas y Forcadas, la hermosa playa de la Magdalena y su puerto pesquero, cerrado con un contradique y al abrigo natural de la ensenada. De hecho, la playa más frecuentada por los de allí es la de Arealonga, muy bien orientada y donde da el sol hasta última hora de la tarde.
Las dos playas de esta localidad son de aguas muy tranquilas por lo que se puede ir tranquilamente con niños pequeños. Están bien equipadas ya que cuentan con pasarelas de madera, duchas, aparcamiento, etc.
Cedeira es muy llano, muy accesible y permite una caminata estupenda por su Paseo Marítimo y las vías que flanquean el río.
También se puede llegar hasta el Castillo de la Concepción, una fortaleza del siglo XVIII que te encantará, no solo por sus increíbles vistas, sino por la recreación que se ha hecho de la vida cotidiana en la cocina, y resto de las salas que se pueden visitar.
Si vas con carritos ten en cuenta que accediendo por el puerto hay unas buenas escaleras, pero también se puede llegar en coche por la parte de arriba.
Hay un parque infantil y amplias zonas verdes junto a la playa de la Magdalena, esta zona es extremadamente tranquila incluso en verano.
Otra zona infantil está en la Plaza del Sagrado Corazón y otra en el parque do Floreal. Para comer, hay buenos restaurantes en la Rúa do Mariñeiro y el Paseo Marina Española, y también buenos sitios de tapeo en la Plaza del Sagrado Corazón. Nos gustó especialmente una confitería que se llama Las Camelias y tiene una bollería buenísima.
Y si aún tenéis tiempo para más, puede ser recomendable acercarse a San Andrés de Teixido, donde dice la tradición que «va de muerto quien no ha ido de vivo».
Los acantilados de la Serra da Capelada descolgádose sobre el mar, la garita de Herbeira, y el parque eólico merecen una visita pausada, con cámara de fotos.
Podrás ver los caballos en libertad de los que ya hemos hablado en el blog y que tanto nos llaman la atención, pues en pocos lugares de Galicia se ven ya. Pero sin duda el lugar con más magia de la zona es este antiguo lugar de culto junto al mar.
El santuario de San Andrés de Teixido, de estilo gótico barroco, es una capilla muy venerada por los gallegos y con cierto toque místico por estar situado en un enclave panorámico sobre el mar y su tradición.
En esta zona hay un pequeño núcleo urbano, de una veintena de casas. Recuerdo perfectamente de pequeña las figuras policromadas de miga de pan que vendían allí.
Hoy en día sigue habiendo algunos puestos de venta de souvenirs y dos o tres locales de hostelería bastante selectivos con el turista. Pero su cercanía con Cedeira o Cariño hacen que puedas comer por la zona o tomar algo sin mayor problema.