Una de las cosas que más te llamará la atención de Alicante, sin ninguna duda, tanto de día como de noche, es el altísimo peñasco coronado por un castillo. Se ve desde casi cualquier rincón de la ciudad, a 166 metros de altura y es una de las fortalezas medievales más grandes de España. Increíbles vistas, algunos aprendizajes históricos y sobre todo una bonita excursión urbana al Castillo de Santa Bárbara con niños, un plan imprescindible que puedes hacer en esta ciudad mediterránea.
Lo visité por primera vez allá por principios de los años 80 y recientemente hemos cumplido el sueño de llevar allí a los peques, con la inestimable compañía de un familiar, Paco, buen conocedor de la historia de Alicante. Este enclave fue fortaleza árabe y sobre todo sirvió de defensa para la ciudad. Durante la guerra civil fue usada como cárcel, y está declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico. Es el monumento más visitado de la ciudad.
Además de ser un emblema de la ciudad y lugar al que muchos alicantinos subían tradicionalmente como excursión, es un mirador de excelencia. El castillo de Santa Bárbara está construido sobre el monte Benacantil. Arriba encontrarás tres recintos diferenciados a varias alturas. El Macho, donde están los restos más antiguos de la fortaleza, y que fue primer asentamiento medieval. Está en la parte más alta, y tiene garitas de vigilancia, cañones y telescopios turísticos de moneda que curiosamente están en funcionamiento.
En un nivel inferior al macho está el MUSA, diferentes espacios donde puedes comprender la historia a través de las cuevas de los ingleses, con paneles explicativos de la «Explosión de la Mina», un episodio de la guerra de sucesión (principios del siglo XVIII). También una sala con algunos restos arqueológicos y proyecciones audiovisuales, aquí está el Centro de Recepción de Visitantes, en el Cuerpo de Ingenieros. Esta zona es del siglo XVIII y en el patio al aire libre encontrarás una de las cafeterías además de los antiguos calabozos.
También en este nivel está la Sala Larga, otra de las secciones del MUSA, con interesantes fotografías antiguas de Alicante, la Torre de Santa Catalina, la de San Jordi, y paneles explicativos sobre Piratas y Corsarios o la Huerta de Alicante y sus casas. Toda esta zona es accesible, pues está al nivel del ascensor, aunque para subir al macho u otros miradores hay escaleras.
En el nivel inferior están la antigua tahona, el almacén de la pólvora, otras dos cafeterías, el Baluarte del Rey, el Cuarte de Tropa, las ruinas de la Ermita de Santa Bárbara, el Revellín del Bon Repós, el Patio de Armas, el Baluarte de la Reina, etc. Esta es la zona más próxima al aparcamiento y es también accesible pues hay otra parada del ascensor.
Su nombre se debe a que en este día se reconquistó a los árabes por parte del rey Alfonso X el Sabio. El rey Carlos I ordenó su fortificación a principios del siglo XVI. Con Felipe II se hace una gran remodelación, aunque posteriormente los bombardeos franceses e ingleses afectaron gravemente al castillo.
Durante la guerra civil fue usado por ambos bandos como cárcel militar, posteriormente estuvo en estado de abandono hasta que en 1963, y esta parte de la historia puedes leerla en el túnel de acceso al ascensor, el entonces alcalde Agatángelo Soler restauró la fortaleza y emprendió la construcción del ascensor de acceso.
La subida al castillo se puede realizar en ascenso por el parque de la Ereta, a pie, o por la Avda. Jaime II. Por carretera por la misma avenida, pues hay un pequeño aparcamiento. En bus turístico, puedes consultar su trayecto aquí. O bien caminando con acceso desde el ascensor, que sería lo más recomendado si vas con niños, desde la calle Carrer de Jovellanos, 1.
El ascensor abre en verano e invierno de 10 a 20 horas, con la última subida a las 19.40 h. El coste general del billete es de 2.70 euros. Si vas al último nivel accedes directamente al Centro de Recepción de Visitantes. Por cierto que justo junto al ascensor hay una pequeña representación de Playmobil inspirada en la ciudad de Alicante.
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