Visitar la cueva del Soplao con niños ha sido toda una experiencia para los mayores y también para los peques. Si estáis de recorrido por Cantabria con los más pequeños de la casa no dejéis de programar una visita a este lugar porque es uno de los que recordamos como más impresionantes de entre todos nuestros recorridos por España.
Esta galería fue descubierta a finales del siglo XX debido a la explotación minera en la zona, y se considera de gran relevancia dentro del mundo de la geología tanto por sus abundantes y originales estalactitas, estalagmitas o excéntricas como por su colorido y paisaje interior magníficamente conservado y también brillantemente musealizado.
Está situada en la Sierra de Arnero en el interior de Cantabria, y tiene una extensión de 20 kilómetros de los que solo están abiertos al público unos 4. Podéis leer bastantes curiosidades geológicas y una descripción muy detallada en su entrada de Wikipedia. Después de ser explotada en labores de minería, la cueva quedó abandonada y fue redescubierta por un grupo de espeleología en el año 1975. Posteriormente, en 2005, se abrió al público acondicionada para visitas turísticas.
Te quedarás con la boca abierta, nada más entrar, a oscuras, una voz va narrando la historia y las peculiaridades de la cueva, con música y juegos de luces te irán mostrando los puntos más característicos. La iluminación es espectacular, y la acústica y la experiencia recreada increíble.
Una manera muy didáctica de presentar un recurso sin aburrir con largos discursos, perfecto para los niños. Incluso se puede oír a los mineros picando o verlos a lo lejos en un carro tirado por un mulo. La cueva, de la que recorrerás una distancia relativamente corta -asequible para niños y mayores- es de una belleza increíble.
Para conocer este lugar debes reservar tu entrada con antelación. Al principio puede parecer caro y excesivamente rígido por todas las condiciones -pedir cita y reservar hora, si llegas tarde pierdes derecho a la entrada, etc. y de hecho resulta bastante estricto si vas de fuera y no quieres arriesgarte a perder la entrada- pero el personal es bastante amable y te facilita toda la información necesaria.
Compras la entrada por teléfono y la recoges en las taquillas de la entrada al recinto o bien en un cajero. También puedes adquirir tu entrada para la excursión con Civitatis. Una vez adquirida te recomendamos estar allí unos 30 minutos antes.
Desde la autovía del Cantábrico (A8) hay que desviarse en Pesués y tomar dirección Celis. Está bien indicado puesto que es uno de los principales recursos turísticos de la región.
Para acceder a la cueva se usa un antiguo ferrocarril minero rehabilitado. A los niños les hace mucha ilusión bajar en este tren, que apenas recorre unos metros y salva la bajada. Conviene ir abrigado pues la temperatura interior es de 12-13ºC, en invierno, además al estar a bastante altitud fuera también hace frío.
El recorrido es bastante cómodo y accesible en gran medida, aunque es mejor llevar calzado de montaña o deportivo, pues hay tramos que se recorren por suelo irregular y sobre suelo de rejilla metálica.
No dejan acceder con sillitas pero te facilitan portabebés. El 90% del recorrido puede hacerse con silla de ruedas.
El coste de la entrada es de 14,50 euros en taquilla para adultos y 12 euros para niños, los menores de tres años no pagan. La visita dura una hora. También hay una visita de turismo-aventura, más larga, para mayores de 12 años y con un coste de 35 euros por persona. En ella se visitan tramos diferentes de las galerías a los de la visita normal.
No está permitido sacar fotos en el interior así que no podemos ofrecer una parte gráfica muy completa. Las vistas desde allí arriba, también merecen la pena. Otro dato importante es que tiene cafetería con comedor para bufé o menús, tienda de suvenires y baños con cambiador para bebés.
Lialea alea
enero 12, 2015Enhorabuena por tu blog, es fantastico! Y nos da muchas ideas para hacer excursiones con los peques! Nosotros estuvimos aqui y nos encantó, es q a mis hijos les fascinan los trenes..