Ya teníamos ganas de estrenar a estos peques en este Camino de Santiago, una variante de entrada en Galicia de peregrinos, alternativa a O Cebreiro, y que atraviesa la Ribeira Sacra. Pero no todos los tramos del Camino de Invierno con niños son una buena idea, pues es un territorio montañoso y con pendientes tan bellas como duras, como los codos de Belesar.
Después de entrar en Galicia por A Rúa, en la comarca de Valdeorras, atraviesa las tierras del Sil y el Miño, Chantada, Lalín y nos lleva hasta Santiago. Entre A Pobra do Brollón y Monforte de Lemos, encontramos un tramo llano y relativamente fácil de caminar, perfecto también para hacer en bici o incluso con un carrito.
Testimonios históricos enlazan a María Castaña y varios de sus familiares con las tierras de Cereixa, una parroquia de Pobra do Brollón, donde en el siglo XIV pagó con tierras y dinero por injurias a la iglesia de Lugo.
Además de esta subversión a la autoridad del momento, la mujer pasó a la historia por la lejanía de los tiempos en que vivió. Seguro que todos hemos escuchado la expresión, en tiempos de Mari Castaña, pues a este personaje, y sus no tan remotos tiempos, hace referencia.
En una llanura junto al río Saa, rodeado de Monte Eixón, A Costa y Serra de Lamas, encontramos la parroquia de San Pedro de Cereixa. Está a unos 3 kilómetros de la capital municipal y es un buen punto de partida para arrancar la etapa 4 del Camino de Invierno con niños, ya que de aquí en adelante la pendiente es suave y el camino fácil de andar.
En el castro de San Lourenzo, a los pies del cual pasa esta variante del Camino de Santiago, encontramos un proyecto de arqueología en comunidad del que ya os hablamos en Pobra do Brollón con niños. Aquí se han desarrollado ya siete campañas de excavaciones que llevaron a encontrar las ruinas de una iglesia, presente en la tradición oral de la zona, y una necrópolis medieval.
Si os interesa conocer más cosas de este lugar, hay un recorrido muy completo en la web del Castro de San Lourenzo, basado en testimonios recogidos de la tradición oral y de las familias de la zona.
Este tramo del que hoy os hablamos está integrado en la cuarta etapa de este Camino de Invierno, impulsado y divulgado por la asociación del mismo nombre. Este recorrido iría de Quiroga a Monforte de Lemos, un total de 33 km, de los cuales los últimos 8 km son una distancia estupenda para hacer con niños.
Booking.comPodemos dejar el coche o parar para iniciar la etapa delante de la iglesia de San Pedro de Cereixa, construida a principios del siglo XIX, y rodeada en parte por un cementerio del siglo XX. Hay un aparcamiento alrededor del cruceiro. Frente a la iglesia tomamos la pista de la derecha, en dirección a Rairos, donde ya podremos seguir los postes de señalización del Camino.
La ruta sigue por la pista de la izquierda, convirtiéndose pronto en una senda de tierra que sube por O Pechado hasta la Serra Grande, a algo más de 400 metros de altitud. En lo alto entramos en el municipio de Monforte de Lemos, y pronto veremos en algunos puntos del recorrido su torre medieval a lo lejos.
A partir del alto es ya todo bajada, y pronto volveremos a pistas asfaltadas. Los paisajes son de gran belleza y en plena naturaleza hasta alcanzar Reigada, otro valle regado por el río Seco. Que no os engañe su nombre porque en los meses de invierno los caminos en su entorno pueden estar bastante caudalosos, y de no ser por las botas de montaña es difícil atravesar los charcos y zonas embarradas de esta etapa.
Este tramo del Camino de Invierno con niños que os contamos hoy entra en la capital de la Ribeira Sacra por el barrio de As Cruces. Su nombre podría estar vinculado, según recogen algunos escritos, de esa llegada de peregrinos a la ciudad que era punto de parada en su etapa. O bien, como también recoge Aida Menéndez en su guía del Camino de Invierno, a un mesón existente en los arrabales de la ciudad donde se cerraban transacciónes comerciales.
La antigua calle Real partía del entorno del paso ferroviario de A Florida. Antes, entre los dos pasos a nivel que existen en la rúa de Valle Inclán, vemos alguna casa curiosa, como la de peones camineros, o una amalgama de casas en su entorno que van de finales del siglo XIX a mediados del XX.
La rúa real sube hasta el conjunto monumental de San Vicente Do Pino, donde está el parador de turismo y la torre del homenaje, además del antiguo palacio condal y la iglesia del antiguo convento benedictino.
Si nos animamos con la subida, que es un poco dura, podremos ver la antigua ciudadela medieval y las dos puertas de la muralla conservadas, la Porta Nova y la de la Alcazaba, la judería y luego bajar al centro neurálgico de la ciudad nueva, la plaza de España, ya extramuros.
Por aquí vivían artesanos ya en la alta edad media y en este entorno las casas conservan elementos gremiales, como los trabuleiros en las ventanas, un mostrador o escaparate de los talleres en las plantas bajas de las casas. Siguiendo la ruta llegamos hasta el puente medieval y de frente vemos el convento de Santa Clara.
Para hacer esta etapa podemos buscar alojamiento en Monforte de Lemos, por ejemplo en el Parador de Turismo, en apartamentos como los de la rúa Falagueira o bien en el hotel Ribeira Sacra, muy cerca de Los Escolapios.
Para comer os podemos recomendar todo un clásico como La Polar, el restaurante Edulis en la Praza da Compañía, o bien la parrillada O Fogón de Cereixa en el inicio de la ruta.
Camino de Invierno por O Saviñao
El Camino de Santiago con niños en 6 rutas