Debe ser porque en estos días estamos a vueltas con la lotería, y como sabéis esta es la provincia que más dinero juega cada año, el caso es que nos hemos acordado de nuestra escapada de este verano. Museos y recreaciones históricas, palacios, parques, tapeo y terraceo y un buen número de planes para conocer esta ciudad que hoy os contamos en qué ver en Soria con niños.
No solo parques infantiles como el del castillo, en la parte más alta, junto al Parador de Turismo, sino también sus simpáticas habitantes las ardillas, miradores, museos y muchos otros lugares y momentos que nos llamaron la atención de nuestra escapada por Soria, con niños.
Además de la canción, seguro que si hacéis recuento, conocéis a algún soriano o soriana. Yo al menos sí, recordaré siempre con cariño a Rafa o a Patri, dos buenos embajadores de su ciudad.
El verano es tranquilo en Castilla y León, y cuanto más al norte menos calor, así que el pasado mes de agosto nos acercamos a conocer el nacimiento del río Duero y pasamos unos días en una de las ciudades más desconocidas de España y la única que aún no conocíamos de esta comunidad.
Como nosotros, seguro que lo primero que hacéis al llegar a un sitio es dejaros caer por la oficina de turismo, ubicada en la Plaza de Mariano Granados, y pedir información. Cuentan con un material muy chulo para los más pequeños, con pruebas que pueden completar mientras paráis a tomar algo e ir planificando las visitas pendientes.
La ermita del Mirón, el palacio de los Condes de Gomara, la Plaza Mayor, el árbol de la música o San Juan de Duero, son algunos de los puntos obligados de visita. Muchos de ellos están por los alrededores de la ciudad así que mejor si la visitáis en coche.
Si visitáis la ciudad en verano encontraréis en la Alameda de Cervantes un parque lleno de vida. Cafés para tomar algo a la sombra, zonas de paseo y descanso y, por supuesto, parque infantil. Está cerquita de la entrada, junto a la taberna, y en la zona suelen instalarse también casetas cuando hay feria del libro u otros eventos.
Muy cerca de este parque está el Museo Numantino, punto de partida para conocer la historia de esta ciudad, donde las tuvieron tiesas las tribus celtíberas de la zona con los romanos.
Y es que estos pueblos del Duero sostuvieron, con apenas cuatro millares de hombres, el ataque de un ejército muy superior, durante 11 años. Su característico caballito numantino es el símbolo de la ciudad. También podemos ver el yacimiento de Numancia, en las afueras de la ciudad, en Garray.
Otro punto de interés sería la Plaza Mayor, con el Palacio de la audiencia y antigua cárcel, el reloj y sus edificios porticados. El olmo seco al que cantaba Machado en Campos de Castilla, podemos verlo junto al Cementerio, en la calle Martín Cuesta.
Booking.comOtros lugares que podéis buscar si visitáis Soria con niños son alguno de los palacios como el de los Condes de Gomara, o el de los Río y Salcedo, renacentista y que se puede visitar. Alberga el archivo histórico provincial y puede verse una muestra con fotos y planos antiguos de la ciudad en la parte baja. O la iglesia de Santo Domingo, cuya portada representa la biblia en piedra y es un templo románico de gran interés.
Bajando hacia el río podemos ver las ruinas de la iglesia de San Nicolás, que hoy constituyen un auditorio al aire libre. El edificio es románico y se conservan algunas pinturas murales de la misma época que recrean el asesinato de Tomás Becket.
La concatedral de San Pedro puede verse cerca ya del río Duero, en el entorno del puente de Piedra, a unos 400 metros. Se puede visitar en horario de culto, y en un lateral hay un parque infantil algo escondido entre las casas (calle Santa Cruz).
Si subís al parador de turismo podréis ver los restos del castillo medieval, del siglo XII, en donde hay una piscina. Pero además un espacio verde y un parque infantil donde sin mucho esfuerzo veréis corretear ardillas, completan la oferta de atractivos de esta atalaya sobre la ciudad.
Cogiendo el coche y desplazándonos unos 3 kilómetros encontramos la ermita de Nuestra Señora del Mirón. Es del siglo XVIII y es un lugar de tradición, donde además hay una vista espectacular de la ciudad y su entorno, mesas para comer y un hotel con restaurante.
Buscando de nuevo el río Duero, justo a su vera, encontramos un lugar que fue enclave de los antiguos caballeros hospitalarios, San Juan de Duero. Tiene un claustro bellísimo al aire libre y se puede visitar, tanto esta zona como el interior del templo.
Y por si se os antoja pasar unos días en esta ciudad y queréis ver otros puntos de la provincia con calma, como el yacimiento de Numancia o el bosque de San Leonardo de Yagüe, que está habitado por gnomos y duendes, os dejamos aquí nuestra recomendación.
Para alojaros con niños en la ciudad os gustará el hotel Cadosa. Tiene habitaciones familiares, con cunas y literas, piscina y parque infantil, zona interior de juegos y un bufé específico para familias donde los peques pueden ver los dibujos animados.