Las vacaciones son para respirar y ampliar horizontes. Así que como nos encantaron los acantilados de Loiba y estábamos de paso por Asturias, decidimos acercarnos al Cabo de Peñas con niños. El punto más al norte de Asturias, ubicado en un espacio protegido muy cerca de Avilés.
Hay que dejar la A8 en Candás y Luanco y está bien señalizado desde esta zona. La carretera es bastante serpenteante y nos sorprendió lo concurrido que estaba para ser un espacio natural, de los muchísimos que hay en Asturias.
El pequeño aparcamiento estaba lleno de autobuses, furgonetas, caravanas y coches. Y es que en esta zona, además de las sendas y pasarelas para caminar hay un centro de interpretación de la fauna marina de la zona.
Está en el edificio del faro, nosotros fuimos en verano y está abierto en horario de mañana y tarde. La visita dura unos minutos y consta de varias salas y proyecciones audiovisuales.
Es muy agradable pasear e ir viendo los acantilados desde las atalayas rocosas de este espacio natural. Además, delante del faro, hay paneles explicativos y unas llamativas maquetas de diversos animales marinos que a los peques les parecerán de lo más divertido para hacerse fotos con ellas.
También aquí tienen un banco mirando al mar Cantábrico, así que puedes sentarte un rato, si tienes suerte y la zona no está muy concurrida, y observar el horizonte.
Hay un chiringuito con restaurante y terraza en el mismo cabo, tras el edificio del faro. Aunque en días muy concurridos puede ser complicado encontrar mesa pero está bien por si tienes que comprar alguna bebida o bocadillos. También hay un merendero junto al aparcamiento.
Para visitar el Cabo de Peñas puedes alojarte en Luanco, Candás o Avilés. Si quieres consultar disponibilidad en hoteles de la zona pincha en nombre de las ciudades.