Quizá no guste tanto a los más pequeños como a los ya un poco mayores, pero el entorno de As Fragas do Eume, con niños es un aula abierta a la naturaleza y una buena opción para un día no lluvioso. La entrada más conocida por el Portal de Caaveiro, accediendo desde Pontedeume, y la más adecuada para ir en coche o con sillas de niños. Por aquí la carretera llega casi hasta el monasterio.
Es especialmente bonito en primavera u otoño, si no hace mucho frío, se puede comer en alguno de los merenderos que hay junto al río. También hay una cafetería a 8 kilómetros del Monasterio y una cantina en el recinto del mismo que funciona en temporada.
As Fragas do Eume está abierto fuera de la temporada de verano al coche hasta el puente que da acceso a la subida al monasterio, donde hay un pequeño aparcamiento. Esto facilita el acceso a niños pequeños, porque desde aquí la subida es de unos 10-15 minutos, y desde los 3 años pueden hacerla perfectamente.
Una vez arriba, está abierto para las visitas, cosa que es de agradecer, sin ceñirse a un horario. De modo que se puede subir y ver las diferentes estancias del antiguo monasterio de Caaveiro, las estancias sí están cerradas pero se ven por la ventana.
En temporada turística no es posible acceder en el propio vehículo y hay que tomar el bus lanzadera desde el centro de interpretación hasta el monasterio.
Este viejo monasterio en ruinas tiene sus orígenes en una comunidad de eremitas y fue declarado Bien de Interés Cultural en 1975. La iglesia es del siglo XII, con campanario barroco, y diferentes edificaciones que acogían otras dependencias monacales.
Hay señalización con algo de información para el visitante en diferentes puntos. El recinto tiene un muro de piedra en las zonas que dan al cañón del Eume, por lo que no es peligroso para los más pequeños. El suelo es algo irregular por la forma de las piedras, por lo que habrá que tener cuidado y llevar siempre un calzado adecuado.
El merendero que hay justo antes del centro de interpretación es amplio, tanto para poder echar unas pataditas al balón como para jugar a las palas. También el de la Alameda, más cerca del monasterio.
Pero la actividad estrella en Caaveiro es perderse por alguno de sus senderos, atravesar el río por alguno de los puentes y caminar un rato por la margen menos urbanizada, coger hojas de las diferentes especies de árboles y observar la naturaleza en general, aprender a quererla y a respetarla, desde luego.
Si vas con niños muy pequeños y estás abocado al coche, después podemos acercarnos a conocer el Monasterio de Monfero, otra joya, con tres claustros muy bien conservados y una fachada bastante poco habitual a base de piedra y pizarra.
Áreas recreativas en Caaveiro
Servicios y horarios para ir al monasterio
Pontedeume con niños
La vieja central del Eume, con niños
El castillo de Andrade, con niños