Uno de nuestros rincones favoritos en el occidente asturiano es el entorno de la reserva natural de la ría del Eo y algunos de sus puntos naturales más cercanos, también espacios protegidos por su valor natural. Es el caso de la playa de Arnao y su área recreativa, donde estuvo ubicado un campo de concentración que funcionó desde el final de la guerra civil.
Cruzando el puente de los Santos desde Ribadeo entramos en Asturias por la autovía A8, pisando primero tierras del concejo de Castropol. Su capital está en medio de la ría del Eo, pero el pueblo que vemos a la derecha del puente es Figueras, y la primera playa que encontraremos a nuestra izquierda la de Arnao.
Cada verano este espacio de Arnao se llena de turistas que recorren el paraíso natural que es Asturias con calma. Furgonetas, familias y veraneantes de la zona concurren en un arenal de apenas 450 metros de largo y que solo existe como tal en marea baja.
Cuando apenas hay playa, o si quieren pasar el día, muchos aprovechan para tomar algo en el chiringuito que hay en la parte alta, junto al aparcamiento, o para comer en el área recreativa que está a unos 850 metros.
Y es que el espacio es amplio y cuenta con un buen número de mesas y bancos de piedra para comer, barbacoas y un par de estructuras de juego para los más pequeños.
Quizá no son muchos los que saben que en esta franja costera entre la ría del Eo y la Punta de la Cruz, se levantaban los barracones de un campo de concentración que empezó a funcionar ya durante la Guerra Civil Española. Este fue solo uno de los 12 campos de concentración que el régimen de Franco instauró en Asturias.
Una discreta placa en un monolito recuerda la memoria de los hombres, mujeres y niños que aquí estuvieron privados de libertad entre el año 1939 y el 1942.
Este arenal no es el más destacado de una zona donde compite con playas como Penarronda, monumento natural, Serantes con su peculiar arco rocoso o Tapia de Casariego, famosa por la práctica de surf. Está orientada al oeste, con la perspectiva al fondo de A Illa Pancha, faro de Ribadeo, está en la boca de la ría del Eo y en marea baja es bastante amplia y se puede pasear y explorar las cuevas y calas colindantes.
Sin embargo es una playa de ría, no excesivamente concurrida fuera de los días centrales del verano, con amplio aparcamiento y con una zona de merendero en el acceso, además de otra más amplia de la que hemos hablado más arriba.
Booking.comSi os gusta pasear toda esta zona está comunicada por sendas de tierra o asfaltadas hacia la Punta de la Cruz, un pequeño faro que señala la boca de la ría en tierras asturianas. La vista desde aquí es imponente hacia la costa gallega y también hacia el interior de la ría y el Puente de Os Santos. Especialmente recomendable para ver la puesta de sol.
Si sois de camping hay dos muy cercanos, a unos 2 km, en el entorno de la playa de Penarronda. Donde también hay un amplio aparcamiento, chiringuito, duchas, y se puede practicar surf.