Si te gusta la naturaleza y buscas donde refrescarte en un día de calor, la playa fluvial de Tapia es tu paraíso particular. Está al noroeste de Santiago, a unos 15 kilómetros, y aunque el desvío está señalizado en la carretera AC453 no es fácil de encontrar.
El recinto cuenta con un antiguo molino, sendas de paseo, una piscina y miradores con bancos. Hay amplias zonas verdes junto al río, donde te puedes bañar y en verano hay socorrista, y también bajo la arboleda. También hay bastantes mesas para comer y barbacoas. Hay zonas de baño habilitadas para mayores y niños pequeños. Y en temporada se abre un bar-chiringuito para dar servicio allí. Además, en la web de Santiago Turismo se indica que cuenta con guardería y biblioteca en los días “de buen tiempo”.
Hemos hablado aquí de otros rincones junto al río Tambre que te pueden gustar como el área recreativa de Chaián, en Trazo, o de Noia y sus parques infantiles, junto a la desembocadura de este río.