El mindoniense Leiras Pulpeiro dio tratamiento poético a este lugar singular en el concello de Mondoñedo, a solo 3 kilómetros de su capital. Así lo indica un cartel ubicado en el acceso a esta Área Recreativa de A Fervenza, junto al río Tronceda, con una ruta de senderismo señalizada perfecta para hacer con peques.

Para llegar al lugar conocido como A Fervenza debemos tomar desde Mondoñedo la en la LU-160, que va hacia Alfoz y Valadouro, saliendo de la ciudad por delante de la gasolinera y el hotel albergue Montero. A dos kilómetros veremos un panel a mano izquierda que indica el lugar. A la derecha hay una parada de bus señalizada en la propia carretera, junto a ella una fuente; podemos intentar dejar el coche por la zona. Otra opción es seguir 300 metros y tomar una pista que señaliza A Ferrería. El camino de la izquierda y luego una pista a la izquierda nos lleva hasta el área recreativa.

La entrada a este edén natural desde el primer punto que hemos indicado es a través de un camino salpicado de piedras con diferentes formas, a los peques les parecían caras de perfil con simpáticos gestos. Enseguida vemos un mirador y la cascada. Cruzando el puente llegamos a un merendero bien equipado con mesas de piedra, barbacoas, mesas cubiertas con tejado, aseos y paneles indicativos.

Más arriba podrás ver curiosos restos de la antigua central hidráulica que aprovechaba el caudal de agua para fabricar luz. La antigua tubería oxidada, una barrera que alguien olvidó bajar o varias piscinas artificiales y diferentes accesos por caminos y sobre las rocas al pie de la cascada, que forma una poza natural de gran belleza. Los restos de la antigua fábrica de luz están allí, una construcción de piedra, viejos aisladores y aparatos, y sobre todo, la percepción del paso del tiempo que se palpa en lugares como éste. Aquí acuden en verano muchas familias de la zona para pasar el día al aire libre y remojarse en las aguas del río Tronceda.

Ruta das Rochas

Desde este punto arranca una ruta de senderismo circular perfecta para un recorrido familiar, con niños o mayores, de unos 7 kilómetros monte arriba, y una inclinación de cerca de 400 metros. Pasaremos por lugares como Os Castelos, Andraedo y Monteagudo, con un mirador en mitad de la ruta.

En toda la zona se han plantado árboles de diferentes especies, etiquetados, que podéis ir viendo con los niños. Además, me encantó ver por primera vez fresas silvestres, me las enseñaron Encarna y Rosi, compañeras de ruta, y pudimos comprobar que había un montón. Si no queréis comer de merendero en el restaurante del hotel Montero se come fenomenal. También en A Voltiña, a unos 4 kilómetros del área recreativa, donde entre otras delicias podéis probar la empanada de tortilla.