Uno de los principales atractivos de la ciudad herculina es el acuario de A Coruña, denominado Aquarium Finisterrae. Está a los pies de la Torre de Hércules, el faro romano en funcionamiento más antiguo del mundo, y cuenta con gran cantidad de especies marinas, varias exposiciones que se van renovando y unas terrazas exteriores con vistas al mar.
Para llegar a este museo de A Coruña desde el centro de la ciudad puedes seguir el paseo marítimo y, en las inmediaciones de la Torre de Hércules, verás un camino empedrado hacia el mar que atraviesa la zona peatonal del paseo.
Tiene una pequeña señal indicativa y un amplio aparcamiento delante. Su horario de apertura es de 10 a 18 h y los sábados, domingos y festivos de 10 a 20 h. En verano abre de 10 a 21 h. La tarifa es de 10 euros para los adultos y 4 euros los menores de 14 años. Los peques de 4 años o menos acceden gratuitamente.
En la entrada te dan el ticket para pasar los tornos, a lo largo del pasillo suele haber una exposición fotográfica que se va renovando.
Es totalmente accesible a sillas y sillitas gracias a las rampas y ascensores que tiene en diferentes puntos. También cuenta con un restaurante de precio medio con bonitas vistas al mar.
Ver todas las salas de este museo te llevará una dos horas aproximadamente, depende un poco de lo que te detengas.
La sala Maremagnum es la más grande de este museo en el que puedes ver diferentes módulos centrados en muchas especies marinas: crustáceos (langosta, camarón, centolla, etc.), moluscos o equinodermos como las estrellas de mar.
El módulo del Aquarium de A Coruña dedicado a las medusas, es también bastante curioso porque además son muy fotogénicas. Esqueletos de diferentes peces y animales marinos, una sección dedicada a las ballenas y su pesca, canciones dedicadas al mar, nudos marineros y la estrella de la sala que para los más peques es sin duda una enorme piscina con pequeñas lanchas a control remoto para conducir.
Si te gusta Bob Esponja tienes una sección dedicada a las esponjas naturales y hasta puedes apretarlas para ver cuánta agua pueden absorber. La parte baja de esta sala tiene gradas y un gran acuario lleno de peces al fondo, también hay un simpático pulpo.
Si continuamos el recorrido por el Aquarium de A Coruña bajamos a la exposición centrada actualmente en la reflexión sobre la información científica. En ella hay un trivial para responder pulsando con botones, un pequeño acuario en el que puedes ver unos cuantos personajes «reales» de la película buscando a Nemo.
Luz, imágenes y palabras con las que se juega en este espacio que es la antesala de otra exposición temporal ahora centrada en la acuicultura o cría de especies marinas para el consumo humano. Y es que Galicia tiene una importante industria dedicada a ello, y centrada sobre todo en el rodaballo o la lubina, entre otros. Al fondo de esta exposición hay un pequeño taller y una pescadería con juguetes para los más pequeños.
En esta zona hay un acceso a las terrazas exteriores, tanto la que mira hacia la torre de Hércules, como las que están orientadas más hacia la bahía de Riazor.
Pero la parte más chula del Aquarium de A Coruña es la sala Nautilus, el secreto mejor guardado del capitán Nemo está reproducido aquí con un acuario en forma de submarino. Los peces nadan alrededor, numerosas especies, tamaños formas y colores, la mayoría en la misma dirección, pero el más buscado y fotografiado es un inquilino llamado Gastón, un tiburón toro de tres metros.
Ya dirigiéndonos a la salida podemos ir al módulo de las focas, donde las verás nadar y asomar el hocico para luego zambullirse de nuevo. El restaurante está en la planta sótano y la tienda de regalos junto a la salida.
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